Donald Trump, criticó duramente al líder republicano en el Senado Mitch McConnell el martes, y cuestionó su rol en el partido luego de que el legislador dijera que el ex presidente estadounidense era “práctica y moralmente responsable” del asalto al Capitolio el 6 de enero.
“El Partido Republicano nunca más podrá ser respetado o fuerte con ‘líderes’ políticos como el senador Mitch McConnell a la cabeza”, dijo Trump en un comunicado de tono mordaz, en el que pidió a los miembros del partido que retiren su apoyo a McConnell, porque su liderazgo significa que “no volverán a ganar”.
Además, señaló que “su falta de visión política, de inteligencia, de aptitudes y de personalidad”, son responsables de los retrocesos de los republicanos en la Cámara Alta, por lo que a su debido tiempo apoyará en las primarias del partido a candidatos que defiendan la consigna de “Hacer a América Grande otra vez” y “América Primero”. Es decir, quienes considere que no están alineados con él.
Las próximas internas del Partido Republicano están previstas para el mes de noviembre de 2022.
En el que fue su comentario más extenso sobre el escenario político desde que abandonó la Casa Blanca el pasado 20 de enero, Trump se atribuyó los logros electorales del partido en los últimos comicios -los republicanos ganaron bancas en la Cámara de Representantes- y el mérito de que McConnell se hiciera con otro mandato de seis años representando a Kentucky, donde el hombre de 78 años ha servido desde 1984, y ejercido un gran poder como líder de la mayoría durante los últimos seis años.
“Lo único que lamento es que McConnell ‘suplicó’ mi fuerte apoyo y respaldo ante la gran gente de Kentucky en las elecciones de 2020, y se lo di”, dijo Trump. “Sin mi respaldo, McConnell habría perdido y perdido gravemente”, añadió.
Trump y McConnell se distanciaron en las semanas posteriores a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, especialmente porque McConnell reconoció al demócrata Joe Biden como ganador pese a sus infundadas denuncias de fraude.
La brecha entre ellos creció cuando McConnell declaró el sábado en el pleno del Senado que Trump era “práctica y moralmente responsable” del mortal asalto al Congreso del 6 de enero, incluso después de haber votado por su absolución.
Los dos están tratando de empujar al partido en direcciones opuestas. Pese a haber terminado su mandato con un segundo juicio político en su contra, la popularidad de Donald Trump entre las bases republicanas no parece haber mermado. De acuerdo con varias encuestas publicadas esta semana, el magnate sigue contando con el apoyo mayoritario entre los simpatizantes de la ahora oposición, y con un margen muy amplio por sobre otros posibles candidatos presidenciales en las elecciones del 2024.
La cruda división que enfrenta el Partido Republicano sobre la manera de lidiar con el controvertido ex presidente quedó a la vista durante el juicio político que terminó el pasado fin de semana, luego de que 10 miembros de la Cámara de Representantes y 7 senadores votaran a favor de condenarlo.
Tras los disturbios del 6 de enero, cuando un grupo de seguidores del ex presidente intentaron bloquear la certificación de los resultados electorales dejando un saldo de 5 muertos, el líder de la bancada republicana condenó los intentos de sus colegas de bloquear la victoria de Joe Biden, asegurando que “negarla sumiría a la democracia en un espiral mortal”.
“Los votantes, las cortes, los estados, todos se han pronunciado. Si los desautorizamos, eso dañaría la república para siempre. Esta elección no fue inusualmente cerrada”, dijo McConnell durante una sesión extraordinaria del Congreso. De esta manera, McConnell se situó junto al vicepresidente Mike Pence en las antípodas del presidente Donald Trump, que los instó a rechazar los resultados certificados por el colegio electoral y proclamarlo vencedor.
Con información de AFP, Reuters
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