El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió este domingo al Congreso la aprobación de una reforma integral de las leyes para la posesión de armas de fuego, con motivo del tercer aniversario de la masacre en el instituto Marjory Stoneman Douglas de Parkland (Florida), en la que murieron 14 estudiantes y tres profesores.
En un comunicado difundido por la Casa Blanca, Biden abogó por la aplicación de unas “leyes de sentido común”, que incluyan “la exigencia de verificaciones de antecedentes en todas las ventas de armas, la prohibición de armas de asalto y cargadores de alta capacidad y la eliminación de la inmunidad para los fabricantes de armas que, a sabiendas, colocan armas de guerra en nuestras calles”.
El presidente aseguró que su Administración “no va a esperar a la próxima matanza” para atender las peticiones de las familias. “Tomaremos medidas para poner fin a nuestra epidemia de violencia armada y hacer que nuestras escuelas y comunidades sean más seguras”, prometió.
Estados Unidos es el país con más armas civiles per cápita del mundo, con 120,5 por cada 100 personas, y la única nación con más de una por persona.
La encuesta más reciente de la consultora Gallup, realizada en octubre pasado, indicó que el 57% de los estadounidenses está a favor de endurecer los controles legales, mientras que el 34% cree que deberían mantenerse como están. La cifra de apoyo a las normas más estrictas se ha mantenido por encima del 45% en la última década.
Sin embargo, los congresistas enfrentan un duro lobby, particularmente de la NRA (Asociación Nacional del Rifle), que organiza donaciones de fondos para una gran cantidad de candidatos republicanos. Actualmente, los demócratas tienen mayoría en ambas cámaras, por lo que podrían intentar concretar una de las promesas más repetidas del partido.
El presidente Biden dedicó el resto de su comunicado a recordar a los fallecidos en la masacre perpetrada el 14 de febrero de 2018 por Nikolas Cruz en la escuela norteamericana. “Desde hace tres años, las familias de Parkland han pasado cumpleaños y fiestas sin sus seres queridos. Se han perdido la experiencia de enviar a sus hijos a la universidad o verlos en su primer trabajo. Como demasiadas familias, han tenido que enterrar partes de su alma en las profundidades de la Tierra”, lamentó.
Biden recordó también que esa masacre no fue un acontecimiento puntual. “Muchos de nuestros ciudadanos, padres, esposas, hijos y amigos han conocido el dolor que supone la pérdida de un ser querido por la violencia de las armas de fuego”, más todavía tras un año que ha supuesto “un incremento histórico de los homicidios por arma de fuego en América”.
Por todo ello, Biden pidió al Congreso la aplicación de esta reforma porque “se lo debemos a todos a los que hemos perdido”. “Es hora de actuar”, concluyó.
Los familiares de las víctimas de Parkland han soportado además en los últimos meses hostigamientos por parte de miembros del culto Q Anon, que difunden teorías conspirativas que ponen en duda la veracidad de la tragedia.
Desde hace años, Estados Unidos vive asesinatos en masa, regularmente en escuelas, centros comerciales, empresas o lugares de culto.
Pese a la movilización sin precedentes de los estudiantes de la escuela secundaria por un control más estricto de la venta de armas, el entonces presidente Donald Trump se negó a considerar la prohibición de los rifles de asalto.
(Con información de Europa Press y AFP)
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