Los legisladores demócratas que actúan como fiscales en el juicio político contra el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, abrieron el proceso con un video que repasa los momentos de mayor tensión del pasado 6 de enero, fecha en la que el entonces mandatario pidió a sus partidarios que “peleen endemoniadamente” para revertir su derrota electoral.
Las imágenes se extienden durante 13 minutos e intercalan mensajes de Trump -su discurso previo al asalto, su reticencia a pedir calma y su pedido de que sus seguidores “recuerden el día por siempre” tras ser expulsados- con escenas de violencia dentro y fuera de la sede del Poder Legislativo.
Entre ellas se destaca el momento en el que Eugene Goodman, un oficial de la policía del Capitolio, aleja a la turba de la Cámara de Senadores, en cuyo recinto todavía permanecían varios miembros; la muerte de Ashli Babbitt a manos de la policía, luego de que esta tratara de ingresar a un pasillo que llevaba a la Cámara de Representantes; y el choque entre seguidores y miembros de fuerzas de seguridad en un pasillo estrecho, marcado por los gritos de un agente que estaba siendo aplastado.
Muchos de los senadores que miraron el video debieron huir ese día de la sala ese día ante el avance de la turba. “Es un alto crimen y un delito” dijo el fiscal jefe del proceso, el congresista Jamie Raskin, durante su discurso de apertura. “Si esa no es una ofensa que merece un juicio político, entonces ninguna lo es”, agregó.
Este es el cuarto juicio político en la historia de Estados Unidos y el segundo contra Trump. En su primer proceso el ex presidente republicano había sido absuelto por el voto de la mayoría del Senado, controlado en ese entonces por el Partido Republicano.
El iniciado este martes es, en tanto, el primer juicio político iniciado contra un presidente luego de dejar el poder. Trump fue acusado de “incitación a la insurrección” por su rol en los hechos del 6 de enero. La acusación fue aprobada días antes de que terminara su mandato por la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata.
No obstante, no se espera que esta prospere en el Senado, considerando que debería reunir el apoyo de 17 senadores republicanos y aquellos que se han mostrado proclives a sentenciar a Trump no se acercan a esa cifra.
El actual presidente, Joe Biden, no está siguiendo el proceso, indicó su secretaria de Prensa Jen Psaki. “Es el presidente, no es un analista. No va a opinar sobre argumentos cruzados”, expresó.
Los abogados de Trump, por su parte, rechazaron los cargos asegurando que estos son inconstitucionales y que un ex mandatario no puede ser sometido a un juicio político. David Schoen, uno de los letrados que representa a Trump, dijo que el proceso “va a desgarrar” al país y que “pone en riesgo a la institución de la presidencia”.
Este martes, el Senado votará también la constitucionalidad del ‘impeachment’ -el principal argumento de la defensa del ex presidente-, mientras que el miércoles comenzarán los argumentos de apertura.
Tanto la acusación como la defensa tendrán 16 horas durante dos días para presentar su caso, y el cronograma permitiría que el juicio terminara la próxima semana, si ambas partes acuerdan no llamar a testigos.
Después de la presentación de argumentos de las dos partes, se espera que el Senado tenga cuatro horas para formular preguntas tanto a la defensa como a la acusación. Finalmente, las dos partes tendrán dos horas para presentar los argumentos finales.
Después, “votaremos el artículo del juicio político. Y si el expresidente es condenado, procederemos a votar si está capacitado para disfrutar de cualquier cargo de honor, confianza o beneficio en Estados Unidos”, explicó el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer.
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