Las autoridades sanitarias de Estados Unidos creen que la variante británica del coronavirus, conocida como “B.1.1.7”, que actualmente se extiende por varios países, podría ser más letal que otras.
En declaraciones realizadas al canal de televisión MSNBC que recoge también la CNN, Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), se refirió a las nuevas variantes del coronavirus que están apareciendo en diferentes partes del mundo y de si las medidas adoptadas contra ellas son efectivas.
“Sabemos que algunas de las variantes han aumentado la transmisibilidad, hay cada vez más datos que sugieren que algunas de las variantes, entre ellas la B.1.1.7, pueden en realidad conducir a una mayor mortalidad”, precisó Rochelle.
Asimismo, dijo que los científicos aún están estudiando la respuesta que tendrán las diferentes vacunas a estas mutaciones.
“Estamos aprendiendo cada vez más sobre si nuestras medidas de salud pública y de mitigación, el uso de mascarillas y el distanciamiento son completamente efectivos contra estas variantes, pero tenemos todas las razones para creer que lo harán”, añadió.
Walensky afirmó que, a medida que las autoridades examinan a más personas infectadas por las variantes, descubren que esos ciudadanos generalmente no usan mascarilla o distanciamiento social. “Lo que sabemos es que (las variantes) probablemente serán menos indulgentes cuando no seguimos esa guía”, subrayó.
La directora de los CDC recientemente aseguró que las escuelas pueden abrir con seguridad aunque los profesores no sean vacunados contra el coronavirus.
“Cada vez hay más datos que sugieren que las escuelas pueden reabrir con seguridad y que la reapertura segura no sugiere que los profesores deban ser vacunados”, manifestó durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
“La vacunación de los profesores no es un requisito previo para la reapertura segura de las escuelas”, señaló.
Estados Unidos alcanzó el miércoles 26.545.905 casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2 y 450.273 fallecidos por la enfermedad de COVID-19, de acuerdo con el recuento independiente que realiza la Universidad Johns Hopkins.
(Con información de EFE)
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