El gobierno de Joe Biden no espera tener contacto “en el corto plazo” con el mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien considera un “dictador” y no reconoce como presidente legítimo, dijo el miércoles el vocero de la diplomacia estadounidense.
“Ciertamente no espero que este gobierno dialogue directamente con Maduro”, dijo a la prensa el vocero del Departamento de Estado, Ned Price. “Ciertamente no esperamos ningún contacto con Maduro en el corto plazo”, agregó, en línea con la posición del anterior gobierno de Donald Trump.
La semana pasada, dos años después de romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos, Maduro se había declarado dispuesto a “pasar la página” y establecer “un nuevo camino” con el gobierno de Joe Biden.
“Estamos dispuestos a andar un nuevo camino de relaciones con el gobierno de Joe Biden sobre la base del respeto mutuo, el diálogo, la comunicación y el entendimiento”, dijo Maduro en un balcón en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, ante partidarios. Venezuela “está dispuesta a pasar la página y a construir nuevos caminos de respeto, diálogo y comunicación diplomática con el nuevo gobierno de Estados Unidos”, agregó.
Con todo, el flamante secretario de Estado Antony Blinken ya había adelantado que la Casa Blanca continuaría reconociendo a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. El jefe de la diplomacia estadounidense calificó a Maduro de “brutal dictador”.
El renovado respaldo al líder opositor se produjo pese a la nueva mayoría chavista en el Parlamento, producto de las elecciones del pasado 6 de diciembre, boicoteadas por la oposición al denunciarlas como fraudulentas y desconocidas por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina.
El martes, Estados Unidos autorizó algunas transacciones con el gobierno de Venezuela para operar con puertos y aeropuertos en ese país sudamericano, marcando un cambio de política de la administración de Biden con respecto a la de Donald Trump.
El Departamento del Tesoro emitió la licencia 30A, que permite tratar con el Instituto Nacional de los Espacios Acuáticos (INEA) de Venezuela, o cualquier entidad que ésta posea, para posibilitar la operativa portuaria y aeroportuaria ordinaria, algo prohibido en agosto de 2019 por el gobierno de Trump.
La nueva licencia no autoriza, sin embargo, ninguna transacción o actividad relacionada con la exportación o reexportación de diluyentes, claves para que Venezuela pueda procesar su pesado crudo, así como ninguna transacción con personas o entidades objeto de sanciones del gobierno estadounidense.
El Gobierno estadounidense durante la presidencia de Donald Trump impuso nuevas sanciones al régimen de Nicolás Maduro por violación de los derechos humanos y atentar contra la democracia.
Estados Unidos incluyó en 2020 en su lista negra de sanciones a la aerolínea estatal venezolana Conviasa, mientras que muchas aerolíneas internacionales han dejado de operar en Venezuela por la inestabilidad y problemas económicos.
Con información de AFP
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