El Gobierno estadounidense ha anunciado este sábado que paralizará el plan de vacunación contra el coronavirus de los presos de Guantánamo para revisar los protocolos de seguridad del operativo.
“Ningún preso de Guantánamo ha sido detenido. Paralizamos el avance del plan hasta que revisemos los protocolos de protección de las Fuerzas de Seguridad. Nos mantenemos comprometidos con nuestra obligación de mantener a nuestras tropas seguras”, ha asegurado en Twitter el portavoz del Pentágono, John Kirby.
La paralización llega después de la polémica causada cuando el Gobierno hizo pública su intención de vacunar a los presos que quisieran, lo que desató el rechazo de los republicanos que criticaban vacunar a convictos antes que al resto de estadounidenses.
“El presidente Biden nos dijo que tendría un plan para derrotar al virus desde el día 1. Él no nos dijo nunca que daría vacunas antes a terroristas que a la mayoría de estadounidenses”, criticó el líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin Mcarthy.
Tras conocerse la paralización del plan, manifestó su acuerdo con la decisión en esta red social con un escueto “bien”.
En lugares cerrados como las prisiones, el coronavirus es fácilmente transmisible y en distintos países del mundo se han producido brotes que se han extendido rápidamente entre los reos.
Entretanto, Estados Unidos acumula ya 26.012.880 casos confirmados de contagio de coronavirus desde el inicio de la pandemia, según los datos recopilados por la institución de referencia, la Universidad Johns Hopkins.
Además, acumula 438.239 muertes desde que se corroboró el primer caso de COVID-19 en Estados Unidos, en enero de 2020.
En 311 días, el 27 de noviembre, se alcanzaron los trece millones de casos de COVID-19 y 64 días después se confirman otros trece millones más.
Por otro lado, este mismo sábado, el estado norteamericano de Maryland ha informado de un nuevo caso de la variante sudafricana del coronavirus, después de que el jueves se informara de otros dos casos en Carolina del Sur.
El gobernador de Maryland, Larry Hogan, ha explicado que “se trata de un adulto que vive en la región metropolitana de Baltimore”. “No ha viajado al extranjero, por lo que es probable que haya transmisión comunitaria. Se está haciendo un rastreo para garantizar que cualquier contacto sea identificado rápidamente, puesto en cuarentena y se realice la prueba”, ha indicado, citado por la CNN.
En Carolina del Sur se han detectado dos casos en los que los pacientes no han viajado al extranjero recientemente y tampoco tienen relación entre sí, ha informado el departamento de Sanidad estatal.
El director de Salud Pública de Carolina del Sur, Brannon Traxler, explicó a la prensa que las pruebas se realizaron a principios de enero y que “ya no son contagiosos”. “Se tarda un tiempo en hacer la secuenciación”, dijo en referencia al tiempo transcurrido.
La variante B.1.351 es más contagiosa que la original y podría ser resistente a los anticuerpos generados por pacientes que ya han superado la enfermedad del COVID-19. Sin embargo se cree que las vacunas siguen siendo eficaces. Hasta ahora se ha identificado en una treintena de países.
(Con información de Europa Prees)
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