La nominada del presidente Joe Biden para encabezar el Departamento de Comercio asumió una posición dura hacia China el martes en su audiencia de confirmación, aunque no especificó cuáles compañías chinas deberían sufrir limitaciones en su acceso a las tecnologías estadounidenses.
De ser confirmada, lo que es muy probable, la gobernadora de Rhode Island, Gina Raimondo, será la responsable de promover oportunidades de crecimiento económico a nivel nacional e internacional.
Raimondo, antes inversionista de capitales, centró sus declaraciones ante la comisión del Senado en la necesidad de ayudar a trabajadores y a los sectores de la economía más golpeados por la pandemia del coronavirus.
El COVID-19 “ha dejado al descubierto las desigualdades en nuestra economía”, declaró Raimondo. “El presidente ha sido muy claro: mejoraremos la infraestructura y lo haremos con mayor equidad, y eso es algo que yo apoyo enfáticamente”.
Raimondo asumiría las riendas de un departamento que durante la presidencia de Donald Trump tomó acciones duras contra Beijing, como la imposición de aranceles y los castigos a compañías chinas colocándolas en la lista de entidades a las que las empresas norteamericanas no pueden vender tecnologías sofisticadas a menos que tengan una licencia especial.
“Las acciones de China han sido anticompetitivas, perjudiciales para los trabajadores y las empresas estadounidenses, coercitivas y, como usted mismo ha señalado, China es culpable de atroces violaciones de derechos humanos”, expresó Raimondo en respuesta a una pregunta del senador republicano Ted Cruz.
“De tal manera que, ya sea mediante la lista de licencias especiales, la imposición de aranceles, o la imposición de medidas equivalentes, mi intención es usar todas herramientas al máximo nivel posible a fin de nivelar la cancha para el trabajador estadounidense”, añadió.
Cuando le presionó sobre qué compañías permanecerían en la lista de licencias especiales, Raimondo prometió consultar el tema con legisladores y empresarios y “hacer una evaluación en cuanto qué es lo mejor para la seguridad nacional y la seguridad económica de Estados Unidos”.
Igualmente, Raimondo evadió preguntas sobre los aranceles que el gobierno anterior impuso a importaciones de acero y aluminio con el argumento de la seguridad nacional, que han inflado los precios para compañías metalúrgicas. Raimondo le aseguró al senador republicano Roy Blunt, de Missouri, que ella escuchará a él y a compañías de su estado y “tomaré en cuenta sus necesidades”.
Con el gobierno de Donald Trump, el departamento de Comercio, dirigido por Wilbur Ross, había recurrido frecuentemente a las prerrogativas para tomar medidas enérgicas contra las empresas tecnológicas chinas, sospechosas de espionaje industrial o de comprometer la seguridad nacional de Estados Unidos.
En este sentido, amplió la lista de empresas que no pueden comerciar con empresas estadounidenses sin una licencia previa, con gigantes de las telecomunicaciones como Huawei y ZTE.
En diciembre, unas semanas antes de abandonar la Casa Blanca, la administración de Trump agregó al fabricante chino de tarjetas informáticas Smic, limitando el acceso de la empresa a las tecnologías de alta gama estadounidenses debido a sus supuesto vínculo con el ejército chino.
Con información de AFP y AP
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