Aunque el poder es tentador, cuesta imaginarse que entre los cargos del nuevo gobierno de Estados Unidos haya uno menos codiciado que el de coordinador de la respuesta a la pandemia de COVID-19. De los más de 2,1 millones de muertos en el mundo por el coronavirus, más de 413.000 son estadounidenses, lo que equivale casi al 20 por ciento. Con 24,8 millones de casos, el país es el número uno en infecciones, a mucha distancia del segundo, la India, con alrededor de 11 millones.
Pero no es la primera vez que Jeff Zients, el elegido de Joe Biden, se hace cargo de un barco medio hundido para sacarlo a flote. De hecho su apodo es Mr. Fix-It, o el señor Arregla Todo.
Biden conoció a Zients durante el gobierno de Barack Obama del que fue vicepresidente. En 2009, cuando luego de mucho esfuerzo Obamacare, el programa de seguros de salud accesibles, estaba por concretarse, no fue alguna rivalidad política sino la propia ineficiencia de la web HealthCare.gov la que puso en peligro lo que el ex mandatario veía como su legado principal. Contrató entonces a Zients para un cargo que creó especialmente, el director de desempeño; Zients, un hombre de la élite del sector privado, llevó expertos de Google y de Optum, parte de United Healthcare.
En la Casa Blanca, Zients trabajó con Aneesh Chopra, el director de tecnología de Obama, a quien ya entonces conocía desde hacía más de 10 años. Juntos formaron lo que se conoció como “el equipo SWAT de tecnología”. Al poco tiempo los ciudadanos lograron entrar al sitio e inscribirse.
Ese talento de gestión y selección de los profesionales adecuados es lo que Zients llevó ahora a la respuesta a la pandemia. Porque, aunque Biden ha prometido que la ciencia será el motor de su respuesta a la crisis del coronavirus, Zients no es un científico. Será quien escuche el consejo de ellos para tomar decisiones sobre restricciones de movilidad, uso de cubrebocas y la distribución de la vacuna contra el SARS-CoV-2, entre otras.
El ex funcionario del Consejo Económico Nacional y de la Oficina de Administración y Presupuesto de Obama llevó su conocido manual al gobierno de Biden, analizó ABC News: “Identificar el problema, decidir un plan, crear un equipo con el mejor talento y hacer que todos sean responsables de los resultados”.
La experiencia de Zients en el gobierno, por difícil que haya sido, no se puede comparar con la situación de una pandemia. “Lo que ha faltado en los últimos años, llamativamente, es una respuesta organizada”, dijo al Financial Times (FT) Tom Frieden, ex director del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) durante los años de Obama. “Hace falta alguien que sea el director de la orquesta. No necesita saber cómo tocar cada instrumento, sólo necesita saber qué hay que hacer para sacar lo mejor de cada uno”.
Los instrumentos son complejos. Hay un gobierno federal y 50 gobiernos estatales, además de una miríada de organizaciones locales, que participan en el esfuerzo contra el COVID-19.
La primera tarea del grupo especial a cargo de Zients será mejorar el plan de distribución de la vacuna para cumplir con la promesa del presidente: inmunizar a 100 millones de personas en 100 días. Al mismo tiempo el equipo deberá encontrar una manera neutral de comunicar la importancia de usar tapabocas ante un público que se dividió políticamente sobre el asunto.
Aunque Zients dijo que su enfoque es “diferente en lo fundamental” del que ha fallado hasta ahora, algunos críticos señalaron que no lo puede ser tanto, ya que muchas de las medidas —por ejemplo, distribuir todas las dosis disponibles y dar prioridad a los mayores de 65 años— fueron tomadas por el gobierno anterior. Otros apuntaron a que Zients no eligió acciones radicales, porque no recomendó que la Guardia Nacional se sumara a la campaña. Otros más señalaron que un millonario salido de la educación privada de élite y sin experiencia en salud pública difícilmente pueda surfear la ola de una pandemia que, debido a desigualdades de décadas, ha golpeado especialmente a los afroamericanos y los latinos, comunidades pobres.
Y desde luego, muchos han criticado el hecho de que no se trate de un científico. “Las funciones centrales, que fueron cumplidas por la Casa Blanca durante el gobierno de [Donald] Trump, deben volver de manera virtualmente exclusiva al CDC, sin interferencia”, dijo a ABC Lawrence Gostin, profesor de salud pública de la Universidad de Georgetown.
Algunas voces se han levantado a favor de Zients: “Sus aliados dicen que las propuestas muestran que Zients ha identificado los obstáculos en el despliegue actual, lo cual es un buen augurio para su capacidad de reformar el resto de la respuesta”, agregó FT.
“Es la clase de persona que se arroja al fuego sin hacer aspaviento”, dijo la ex secretaria del Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS), Sylvia M. Burwell, quien trabajó con él durante la crisis de HealthCare.gov.
Con 53 años y muy buenas conexiones en Washington DC, según lo presentó ABC, Mr. Fix-It “ha descripto públicamente su carrera como una dedicada a obsesionarse por la ejecución, profundamente consciente de que realizar las grandes ideas es tan importante como desarrollarlas”. La cadena citó una declaración del propio Zients en 2018: “Las grandes ideas cambian el mundo, sí, pero no por sí mismas. Nada importa excepto que se lo ejecute bien, y ejecutar bien las cosas es realmente difícil”.
En uno de sus primeros trabajos, en Bain Consulting, Zients conoció a su esposa, Mary Menell, quien pertenece a una familia sudafricana “tan bien conectada que Nelson Mandela asistió a su boda”, ilustró la cadena. Ganó cientos de millones de dólares cuando comenzaron a cotizar en bolsa dos empresas de cuya gestión participó, Advisory Board y Corporate Executive Board. En 2002 la revista Fortune estimó su fortuna en USD 149 millones, lo cual lo ubicó en el puesto 25 de los estadounidenses más ricos menores de 40 años.
Desde que dejó la Casa Blanca, Zients se ha movido en direcciones diferentes: fue miembro de la junta de Facebook, director ejecutivo del grupo financiero Cranemere y financista de una cafetería especializada en bagels muy popular en Washington DC, Call Your Mother (Llama a tu madre). Según sus propias palabras, eso se explicaría porque Zients no le teme a los peligros: “Es muy agradable montarse sobre una estrella en ascenso, ser parte de algo que va realmente bien. Pero son las situaciones más duras las que ponen a prueba nuestro carácter, que nos obligan a ver qué funciona, quién da un paso adelante y qué es lo que más importa”.
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