Huyeron de los nazis y Cuba antes de llegar a EEUU: la travesía de la familia de Alejandro Mayorkas, el latino nominado por Biden al Departamento de Seguridad Nacional

Mayorkas, ex fiscal federal de 60 años de edad nacido en La Habana, dirigió los Servicios de Ciudadanía e Inmigración y fue luego vicesecretario de Seguridad Nacional durante la presidencia de Barack Obama

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REUTERS/Joshua Roberts
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Alejandro Mayorkas, el próximo Secretario del Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security), la agencia de seguridad nacional que se creó después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, también se convertirá en el primer latino e hijo de inmigrantes en ocupar el cargo.

Mayorkas, ex fiscal federal de 60 años de edad nacido en La Habana, Cuba, dirigió los Servicios de Ciudadanía e Inmigración y luego fue vicesecretario de Seguridad Nacional durante la presidencia de Barack Obama. Era uno de los principales candidatos para el gabinete del actual presidente electo, y fue clave en el acuerdo de entendimiento entre Estados Unidos y Cuba a partir de 2014, aunque éste también fuera desmantelado parcialmente por Donald Trump en 2017.

Según The Washington Post, “no es un activista progresista, pero siente una profunda simpatía por los inmigrantes arraigada en el extraordinario viaje de su propia familia a Estados Unidos.”

Su familia huyó de Europa

Con su padre y su hermana Cathy (Foto: Washington Post)
Con su padre y su hermana Cathy (Foto: Washington Post)

Anita Gabor, la difunta madre de Mayorkas, fue refugiada dos veces.

Su familia huyó de Rumania a Francia con el auge del fascismo y finalmente llegó a Cuba. Sus abuelos paternos y siete tíos murieron en el Holocausto. Buscar refugio en Estados Unidos no era una opción: en 1939, el gobierno de Estados Unidos había devuelto el SS St. Louis, un barco que transportaba a más de 900 refugiados judíos, obligándolos a regresar a Europa. Más de 250 murieron, muchos en campos de exterminio nazis.

Cuba también había rechazado al St. Louis, pero a los Gabors se les permitió emigrar allí poco después, cuando las restricciones disminuyeron. Descrita como una mujer brillante y cálida que hablaba cinco idiomas, Anita conoció a Charles R. “Nicky” Mayorkas en una fiesta en La Habana. Ambos eran judíos e hijos únicos de sus padres.

La pareja tuvo una hija, Cathy, en 1957, y Alejandro nació en 1959, el mismo año en que Fidel Castro asumió el poder. Poco después huyeron junto con gran parte de las clases medias y ricas de Cuba.

Nicky y Anita se mudaron a Miami con sus dos hijos y llegaron con visas de turista el 21 de agosto de 1960. Los padres de Anita, Michael y Charlotte Gabor, los siguieron un mes después.

Alejandro Mayorkas y su madre, Anita, en La Habana (Foto: Washington Post)
Alejandro Mayorkas y su madre, Anita, en La Habana (Foto: Washington Post)

Cientos de miles de refugiados cubanos se asentaron en el sur tropical de Florida, apenas a 160 kilómetros de la isla de la que habían huido. Pero los Mayorkas se dirigieron al sur de California, donde un primo materno de Nicky le había ofrecido un trabajo como contador en una empresa textil.

La familia de Mayorkas alquiló un apartamento en un barrio de clase trabajadora salpicado de palmeras y sicomoros y poblado por familias judías, en su mayoría liberales: Beverly Hills. Todos tenían dos o tres trabajos para que sus hijos pudieran asistir a algunas de las mejores escuelas del país. Lejos estaba todavía el barrio de aquel ostentoso estereotipo que luego se popularizó en diversos programas de televisión.

Más tarde compraron una casa modesta con techo de tejas españolas y césped con sellos postales. Band describió el vecindario como una “población inmigrante totalmente enfocada en la educación”.

Mayorkas se graduó con distinción de la Universidad de California en Berkeley y luego de la Facultad de Derecho de Loyola en Los Ángeles. Cuatro años después, empezó a trabajar en la oficina del fiscal de los Estados Unidos en Los Ángeles, uno de los distritos más grandes del Departamento de Justicia.

Tras una larga y destacada carrera como abogado privado, comenzó en 1998 su carrera en la función pública como fiscal federal en California, especializándose en fraude financiero, corrupción, lavado de dinero y ciberdelitos, entre otros crímenes.

El presidente Bill Clinton nominó a Mayorkas para que se desempeñara como fiscal de los Estados Unidos, una promoción poco común dentro de las filas que elevó su perfil en el escenario nacional. Los Angeles Magazine lo apodó el “ejecutor” en un perfil que hizo en el 2000. El artículo también trazó una línea dura entre Mayorkas y el ex fiscal estadounidense Rudolph W. Giuliani, de Nueva York, ahora uno de los abogados personales de Trump.

Actualmente vive en Washington D.C. junto a su esposa y sus tres hijas.

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