Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, exigió este domingo la liberación inmediata del opositor ruso Alexéi Navalny, detenido al llegar a Rusia en un vuelo procedente de Alemania, donde se había recuperado del envenenamiento que sufrió en agosto pasado.
“El señor Navalni debería ser liberado inmediatamente, y los responsables del inadmisible ataque contra su vida deben rendir cuentas”, escribió Sullivan en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter. “Los ataques del Kremlin al señor Navalny no solo son una violación de derechos humanos, sino una afrenta al pueblo ruso, que quiere que se escuchen sus voces”, añadió.
Navalny fue detenido este domingo por la policía en el control de pasaportes del aeropuerto Sheremetievo de Moscú, donde aterrizó procedente de Alemania, donde se recuperó durante casi cinco meses del envenenamiento que sufrió en agosto.
El opositor ha responsabilizado directamente al presidente ruso, Vladímir Putin, de su envenenamiento, que según los exámenes toxicológicos que le hicieron en Alemania, se produjo con una sustancia usada en la producción de armas químicas y que pertenece al grupo del agente tóxico Novichok.
El mensaje de Sullivan, que en cuanto Biden jure su cargo este miércoles 20 se convertirá en el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, es una señal de la política firme hacia Moscú que planea mantener la nueva Administración estadounidense.
Aunque las relaciones entre Estados Unidos y Rusia han sido tensas durante el mandato de Donald Trump, el propio presidente saliente ha evitado criticar directamente a Putin, y no quiso condenar claramente sus acciones en el caso de Navalny. La postura de Trump provocó que la política estadounidense hacia Rusia resultara contradictoria, y el mandatario llegó incluso a desafiar las conclusiones de las agencias de inteligencia de EE.UU. en lo relativo a la presunta interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
Cuando llegue al poder este miércoles, Biden tendrá que tomar a corto plazo al menos una decisión relacionada con Rusia: la posibilidad de prorrogar el tratado Nuevo Start o Start 3 para la reducción de armas nucleares, el único que queda entre ambas potencias y que expira el próximo 5 de febrero. Durante una entrevista el pasado octubre con la cadena CBS News, Biden citó a Rusia cuando le pidieron identificar al país que más “amenaza la seguridad” de Estados Unidos, mientras que Trump mencionó a China.
El reclamo norteamericano se suma al del presidente de Consejo Europeo, que también pidió la libertad inmediata del ruso.
En la misma línea se pronunció el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, y apremió a la Unión Europea a dar una “respuesta rápida” a este ataque contra la oposición democrática.”La detención de Navalny es un intento más de intimidar a la oposición democrática”, afirmó Morawiecki en su cuenta en Twitter. La UE debe dar una respuesta “rápida” en defensa de los “derechos fundamentales de los ciudadanos”, añadió el líder polaco, del ultraconservador partido Ley y Justicia (PiS).
Los tres países bálticos, Lituania, Letonia y Estonia, además, pidieron a la Unión Europea “medidas restrictivas” contra Rusia. “La detención de Aléxei Navalni es totalmente inaceptable. Exigimos su inmediata liberación”, apuntó en nombre de los tres países bálticos el ministro de Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, a través de su cuenta en twitter.
“Alexéi Navalny ha sido privado de su libertad por su activismo político pacífico y por ejercer la libertad de expresión. Amnistía Internacional lo considera preso de conciencia y pide su liberación inmediata e incondicional”, denunció Amnistía Internacional en un comunicado. Su detención “es una prueba más de que las autoridades rusas buscan silenciarlo”, señaló la directora de la oficina de Moscú de AI, Natalia Zviágina.
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