La Guardia Costera de los Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés) está llevando adelante la Operación Southern Cross, con el apoyo del Departamento de Estado, como parte de las acciones para reforzar las alianzas regionales de seguridad marítima y combatir la pesca ilegal, no declarada y no regulada en el Atlántico Sur.
El envío inaugural, por un período de varios meses, del nuevo Buque de Seguridad Nacional de clase Legend de la USCG, denominado Stone (WMSL 758), fortalecerá la cooperación y reforzará la seguridad en toda la región, informó el Departamento de Estado en un comunicado.
En Guyana, el 9 de enero, el buque Stone y la Guardia Costera de la Fuerza de Defensa de Guyana participaron en ejercicios de cooperación contra la pesca ilegal. Se trata de la primera operación con estas características que se realiza conjuntamente con un nuevo acuerdo de embarque ratificado en 2020.
El buque Stone tiene previsto colaborar con la Marina de Brasil para la realización de patrullajes conjuntos, con escalas programadas en Río de Janeiro y Salvador. Luego también recalará en Montevideo, Uruguay, en la primera visita de un barco de la Guardia Costera de los EEUU en más de una década.
En la parada más austral, el buque visitará Mar del Plata, Argentina, donde la Prefectura Naval lo recibirá con una ceremonia de bienvenida antes de que el buque regrese a origen. Un observador de la Marina de Portugal viajará en el Stone y brindará apoyo a la tripulación y a la Operación en forma diaria.
Durante el recorrido, el Stone también realizará el conjunto completo de misiones institucionales de la USCG, según lo permitan las circunstancias. La tripulación del Stone ya ha interceptado a una embarcación rápida en el Caribe y, en esa acción, confiscó más de 900 kilos de cocaína el 7 de enero, al sur de la República Dominicana.
Estados Unidos es un líder global en los esfuerzos para contrarrestar la pesca ilegal, incluso a través del trabajo en instituciones multilaterales para fortalecer las reglas que rigen la pesca internacional y el compromiso bilateral con los Estados costeros, portuarios y de mercado del mundo.
El valor de la producción global de pesca de captura en 2018 fue superior a USD 151 mil millones y se estima que la pesca ilegal genera pérdidas de ingresos por decenas de miles de millones de dólares cada año.
Esta pesca perjudica la seguridad alimentaria global, desestabiliza la seguridad económica de los Estados costeros y viola la soberanía de los Estados al transgredir los acuerdos internacionales y las medidas de conservación de pesquería. “En el Atlántico Sur, alentamos a nuestros socios regionales a estar alertas durante nuestro trabajo conjunto para proteger las aguas que compartimos, e instamos a nuestros socios a ratificar e implementar las medidas internacionales como el Acuerdo de la FAO sobre medidas del Estado rector del puerto”, expresó el Departamento de Estado.
La Operación Southern Cross es el primer patrullaje de la Guardia Costera en el Atlántico Sur que ocurre en la historia reciente.
Pescadores de Chile denunciaron avistamiento de barcos clandestinos chinos frente a sus costas
Dirigentes de pescadores de regiones del norte de Chile denunciaron la presencia de embarcaciones clandestinas chinas frente a sus costas. Si bien desde la cancillería se advierte que no ha sido necesario un reclamo formal al régimen chino, una parlamentaria de la zona norte pide investigar a la luz de las denuncias que se multiplican.
Carlos Ortiz es el representante de los pescadores artesanales de Caleta Cifuncho, ubicada en la comuna de Tal Tal, en la región de Antofagasta, ubicada en la zona costera del norte de Chile a unos 1.120 kilómetros de Santiago. Pescador artesanal y buzo, relató a Infobae la grave situación que enfrenta su gremio por la progresiva falta de recursos en las zonas que está permitido extraer productos para ellos.
El avistamiento de embarcaciones chinas los tiene preocupados, advierte, porque impacta en la cantidad de recursos disponibles para la extracción de los pescadores artesanales.
“La reproducción se ve perjudicada, porque ellos vienen a desolar por donde andan. Ellos vienen a extraer y no tienen el cuidado y la disposición que los pescadores chilenos podemos tener, porque nosotros elegimos lo que podemos extraer cuidando y manteniendo la reproducción de los recursos”, advierte.
A juicio de Ortiz, la explicación de por qué la presencia de las embarcaciones chinas los perjudica a ellos -que se encuentran a cientos de kilómetros hacia la costa- radica en que las especies marinas tienen un comportamiento que los hace transitar entre alta mar y la costa, y es especialmente en alta mar, por donde transitan los buques clandestinos, donde se produce la mayor depredación. Por lo tanto, esas especies que se fueron a reproducir a alta mar, no vuelven a sus costas.
“Impacta en la reproducción. Los juveniles se van a cubrir a la costa, y después vuelven afuera a comer y a reproducirse, pero resulta que allá están los barcos chinos que los depredan, entonces nos perjudica, porque no respetan si los recursos están en período de reproducción. Estos barcos son factorías, porque extraen, procesan y se lo llevan”, denunció el dirigente.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: