El FBI está investigando a 37 personas relacionadas con la muerte de Brian Sicknick, el policía del Capitolio que falleció por heridas sufridas durante el ataque de partidarios del presidente Donald Trump al Capitolio el pasado 6 de enero, según reveló el diario New York Times este viernes.
Dos policías que protegen la sede del Poder Legislativo contaron que Sicknick fue golpeado con un extintor de fuego cuando la violenta turba recorría los pasillos del Congreso estadounidense. Fue llevado de urgencia a un hospital cercano, pero murió como consecuencia de los golpes.
Otros 14 policías del Capitolio resultaron heridos por el asalto de la turba, según un memorándum del FBI al que tuvo acceso el New York Times. Los disturbios dejaron, además, cuatro manifestantes muertos.
Directivos del FBI han advertido a los jefes de policía de grandes ciudades de EEUU que sus fuerzas deben estar en “alerta roja” y que comuniquen toda la información de inteligencia de la que dispongan ante posibles ataques violentos en el marco de la investidura de Joe Biden como presidente el próximo 20 de enero.
Según The New York Times, el director del FBI, Christopher Wray, y el director interino del Servicio de Ciudadanía y de Inmigración de EEUU, Kenneth Cuccinelli, se mostraron profundamente preocupados en una llamada telefónica que se extendió 45 minutos por la posibilidad de que se desate violencia extremista, contaron al medio algunos de los participantes en la conversación.
Wray apuntó en la llamada que “hay que seguir compartiendo información de inteligencia”, según el testimonio del jefe del Departamento de Policía de Miami, Jorge Colina. “No quieren que asumamos que ellos ya saben algo en concreto, así que cualquier cosa con la que nos crucemos, que por favor se la enviemos”, apuntó.
Los altos cargos señalaron además que lanzarán una advertencia de amenaza nacional en la que se urgirá a todos los estadounidenses a extremar precauciones durante los próximos días, según un policía que también escuchó la llamada pero que pidió permanecer en el anonimato dado el carácter confidencial de la información.
Tras haber desplegado un gran número de agentes para proteger el Capitolio de Washington desde el 6 de enero, los altos cargos de ambas agencias parecían estar preocupados por posibles ataques sobre capitolios estatales, edificios federales, residencias de legisladores y negocios.
“Se están preparando protestas armadas en los capitolios de todos los 50 estados del país desde el 16 de enero hasta el 20, así como en el Capitolio (de Washington) entre el 17 y el 20 de enero”, indica una circular interna del FBI publicada el 11 de enero.
Representantes de las fuerzas de seguridad dijeron además estar vigilando de cerca conversaciones entre extremistas en internet y pidieron a los jefes de policía que también tengan en cuenta a personas que puedan actuar en solitario así como a grupos armados locales.
En ese marco, el Pentágono anunció que autorizó el despliegue de 15.000 efectivos de la Guardia Nacional para los actos de investidura de Biden.
“Están muy, muy preocupados por lo que denominaron extremistas violentos domésticos y que se puedan empotrar en las protestas”, dijo la fuente anónima. “Cristopher Wray parecía estar particularmente preocupado por la indiferencia que esta gente muestra con respecto a un gobierno democrático”, agregó.
Con información de EFE
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