La red social Snapchat anunció el miércoles que decidió suspender de forma permanente las cuentas del presidente Donald Trump -con más de dos millones de seguidores- tras suspenderlas el jueves a raíz del asalto al Capitolio.
“La semana pasada anunciamos la suspensión indefinida de la cuenta del presidente Trump, y hemos evaluado cuál de las medidas de largo plazo es la mejor para nuestra comunidad”, expresó la compañía a través de un comunicado.
“Pensando en el bien público, y basados en sus intentos por difundir información falsa, discursos de odio e incitaciones a la violencia, que claramente violan nuestros principios, hemos tomado la decisión de cerrar sus cuentas de forma permanente”, concluye la comunicación.
La red social, muy apreciada por las jóvenes generaciones, bloqueó el jueves pasado el perfil del presidente saliente.
En junio, su presidente ejecutivo Evan Spiegel pareció enviar una subliminal advertencia -sin nombrarlo- a Donald Trump, en el momento de las manifestaciones del movimiento “Black Lives Matter”.
“Seguimos autorizando a las personas polémicas a mantener una cuenta en Snapchat mientras el contenido publicado respete nuestras condiciones de utilización, pero no promovemos esta cuenta ni su contenido” escribió.
La semana pasada el presidente Trump, adicto a las redes sociales, en particular a Twitter, perdió su medio de comunicación preferido tras el ataque al Capitolio. Pero otras plataformas también suspendieron las cuentas del presidente estadounidense, acusado de incitar a sus partidarios a que cuestionen los resultados de la elección presidencial.
Twitter, el canal de comunicación más usado por el 45 presidente estadounidense, que recurría casi exclusivamente a su cuenta personal y no a la reservada al presidente, suspendió el viernes de forma indefinida la cuenta @realDonaldTrump, privando a Trump de acceder a sus 89 millones de seguidores.
A partir de esa decisión, comenzó la polémica. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) advirtió este miércoles que el “bloqueo indefinido” en las redes sociales a las “expresiones de una persona pública” como el presidente Trump, “implica censura previa”.
Se trata de “censura previa”, tal como la define el punto 5 de la Declaración de Salta sobre Principios de Libertad de Expresión de la Era Digital, porque se “infieren delitos o faltas que todavía no ocurrieron”, señaló la SIP en un comunicado.
Esto es así, precisó la SIP, con sede en Miami, al margen de la “justificación autorregulatoria” de las plataformas por la responsabilidad de Trump en los hechos de violencia sucedidos en el asalto al Capitolio por parte de algunos de sus simpatizantes el pasado 6 de enero.
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