El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó este martes que ya acusó formalmente a más de 70 personas, y espera que la cifra suba a “varios centenares”, por el ataque “sin precedentes” del pasado 6 de enero al Capitolio de una turba de seguidores del presidente Donald Trump.
”Estamos apuntando a cargos significativos de sedición y conspiración”, dijo en rueda de prensa Michael Sherwin, fiscal federal interino en el Distrito de Columbia, donde se encuentra Washington, al resaltar la gravedad de la caótica jornada que dejó cinco muertos, entre ellos un policía.
Las penas por cargos de ese tipo ascienden hasta los 20 años de prisión. “Los encontraremos y los acusaremos”, expresó Sherwin.
Steven D’Antuono, jefe de la oficina en Washington del FBI, dijo en tanto que la dependencia ha “abierto más de 160 archivos de casos” hasta ahora. “Y eso es solo la punta del iceberg”, dijo D’Antuono en una conferencia de prensa.
A lo largo de los últimos días, seguidores de Trump han sido arrestados en distintos puntos del país. Entre ellos se cuentan algunos que protagonizaron imágenes emblemáticas, como Jake Angeli, quien fue vestido un guerrero sioux, uno de los pueblos nativos más icónicos de América del Norte.
Conocido como “Q-Shaman” o “Yellowstone Wolf”, fue detenido bajo cargos de entrar a un edificio público sin autorización, así como de entrada violenta y conducta desordenada en los terrenos del Capitolio, según informó el Departamento de Justicia de EEUU.
También fue arrestado un hombre que fue fotografiado en la cámara del Senado vestido con ropa militar y con esposas plásticas. El mismo destino siguieron el hombre que se robó el atril de la líder demócrata en la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el que se fotografió en el escritorio de la demócrata.
El martes temprano, el presidente Donald Trump había calificado como “absolutamente ridículo” el proceso en el que será acusado de haber instigado la violencia del pasado miércoles. El líder también republicano fue consultado si contemplaba la posibilidad de renunciar, a ocho días de que acabe su mandato, pero evitó responder directamente y dijo: “No quiero más violencia. Nunca violencia”.
Trump rechazó los llamados a su destitución y aseguró que la 25° enmienda, que permite al vicepresidente y el gabinete removerlo de su cargo, “no tiene riesgo” para él pero sí para el mandatario electo Joe Biden.
Con información de AFP y EFE
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