La nueva y más contagiosa variante británica del coronavirus fue detectada ya en al menos ocho estados de Estados Unidos, donde se registran en estos días récords diarios de infecciones y fallecidos.
Según los datos difundidos este viernes por el Centro para el Control de las Enfermedades (CDC), se han registrado en el país al menos 63 casos de esta nueva cepa, detectada por primera vez en Estados Unidos la semana pasada.
Los principales estados afectados son California y Florida, pero también hubo contagios en Colorado, Texas, Nueva York, Georgia, Connecticut y Pensilvania.
Anthony Fauci, prestigioso inmunólogo estadounidense, consideró esta semana que esta nueva variante podría estar “más extendida en Estados Unidos de lo que se está detectando”.
El viernes, Estados Unidos registró un récord de contagios diarios, con cerca de 290.000 casos, según cifras de la universidad Johns Hopkins, entidad de referencia. Además, en 24 horas murieron en el país 3.676 personas.
En este momento, hay 131.000 personas hospitalizadas por coronavius en el país, según datos del Covid Tracking Project, encargado de rastrear los casos.
En total, Estados Unidos ya ha registrado 21,8 millones de casos de COVID-19 y más de 368.000 fallecidos y es, en términos generales, el país más enlutado del mundo.
La mayoría de los enfermos de COVID-19 presentan al menos un síntoma 6 meses después de recuperados
Más de tres cuartas partes de las personas hospitalizadas por COVID-19 siguen sufriendo al menos un síntoma seis meses después de caer enfermos, según un estudio publicado este sábado que pide más investigaciones sobre los efectos persistentes del coronavirus.
La fatiga o la debilidad muscular son los síntomas más frecuentes. También se han detectado trastornos del sueño, ansiedad o depresión, según el estudio, publicado en la revista The Lancet, que incluye más de 1.000 pacientes de la ciudad china de Wuhan.
Además, algunos pacientes han desarrollado problemas renales tras recibir el alta hospitalaria.
Los pacientes que estuvieron más graves en el hospital presentaban con mayor frecuencia alteraciones en la función pulmonar y anomalías en las tomografías del tórax.
“Como el COVID-19 es una enfermedad nueva, estamos empezando a comprender algunos de sus efectos a largo plazo sobre la salud de los pacientes”, comenta el autor principal, el profesor Bin Cao, del centro nacional de medicina respiratoria. Este trabajo destaca la necesidad de atención médica tras recibir el alta, especialmente para pacientes que tuvieron infecciones graves.
“Nuestro trabajo también destaca la importancia de realizar estudios de seguimiento más prolongados en poblaciones más grandes para comprender el espectro completo de efectos que la covid-19 puede ocasionar a las personas”, agregó.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el virus presenta un riesgo de efectos graves persistentes en algunas personas, incluso jóvenes sanos, que no han sido hospitalizadas.
El estudio abarcó a 1.733 pacientes con COVID-19, con un promedio de 57 años, dados de alta en el hospital Jin Yin-tan en Wuhan entre enero y mayo de 2020. Se sometieron a un examen médico entre junio y septiembre y respondieron a un cuestionario sobre sus síntomas y calidad de vida. También se realizaron pruebas de laboratorio.
Según el estudio, el 76% de los pacientes que participaron en el seguimiento (1.265 de 1.655) dijeron que seguían teniendo síntomas. El 63% de ellos se quejó de fatiga o debilidad muscular, mientras que el 26% tuvo problemas para dormir.
(Con información de AFP)
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