Los gobiernos de América Latina ya saben a qué teléfono llamar en la Casa Blanca a partir del 20 de enero: al de Juan Sebastián González, que será el nuevo director de Asuntos Hemisféricos en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC). Traducido, el hombre al que Joe Biden escucha a la hora de definir qué hacer en la región. Y González tiene ya unas cuantas ideas claras: el muro con México es necesario en algunos sectores de la frontera, se necesita un nuevo enfoque de cara a la crisis de Venezuela y Argentina y Brasil tienen la oportunidad de empezar de cero, dejando en el pasado ideologismos.
“Los países que estén listos tendrán un aliado natural en Joe Biden”, dijo González a Infobae durante una entrevista en octubre en Washington. “Países que sean ambiciosos”, añadió. Nacido en Colombia, González creció en Nueva York. Graduado en la Escuela del Servicio Exterior en la Universidad de Georgetown, fue voluntario en las Fuerzas de Paz para Guatemala. Casado, tiene un hijo de corta edad.
“Joe Biden es alguien que conoce la región, viajó 16 veces como vicepresidente, y como presidente seguirá involucrado, porque él fundamentalmente entiende que promover una región segura, democrática, y de clase media está en el interés nacional de los Estados Unidos”, precisó el consejero del presidente electo.
La designación de González, al que podría definirse como un moderado, fue bien recibida por el ala izquierda del Partido Demócrata. “Juan es un diplomático en el sentido más amplio del término”, aseguró a Infobae Michael Paarlberg, que fue el asesor jefe de Bernie Sanders para América Latina durante las primarias.
“Juan contribuyó a unir los diferentes sectores del partido en cuanto a la política hacia América Latina, incluyendo al sector progresista. Confío en que sigamos reflejando las voces progresistas y los valores compartidos en cuanto a democracia, derechos humanos y la necesidad de afrontar temas como el cambio climático, el retroceso democrático y las pandemias”.
Desde un importante think tank de Washington, aunque bajo condición de no ser mencionado, un estudioso de la región elogió la decisión de Biden: “González es alguien sumamente preparado para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que nos esperan en el hemisferio. Su nombramiento como director senior es una clara señal de la seriedad con la cual el presidente electo Biden piensa profundizar las relaciones con nuestros vecinos”.
González se dijo “profundamente honrado” y “listo para trabajar” en el NSC, que estará al mando de Jake Sullivan, de 44 años y considerado una de las mentes más brillantes y con mejores perspectivas en Washington. El Departamento de Estado, que es el que maneja las relaciones exteriores del país, será dirigido por Antony Blinken, de 58 años. Blinken, como todos los miembros del gabinete, debe ser confirmado por el Senado, en tanto que el NSC puede comenzar a trabajar de inmediato.
El nuevo responsable para América Latina en la Casa Blanca se preparó durante años para el cargo. Cumplió funciones en el Departamento de Estado y el NSC de Barack Obama y fue asesor para América Latina del entonces vicepresidente Biden. Tiene claro lo que quiere hacer y la vista puesta en el segundo semestre de este año: “Estados Unidos va a ser el anfitrión de la Cumbre de las Américas en el segundo semestre 2021, eso nos da una gran oportunidad. Recuperación de la pandemia, trabajar en cambio climático y fortalecer la historia democrática.”
Este es un repaso, país por país y tema por tema, de la visión de América Latina que González ha venido hablando con el nuevo presidente de los Estados Unidos:
VENEZUELA:
“Nicolás Maduro es ahora un dictador que ha perdido toda legitimidad por el sufrimiento que le ha infligido a el pueblo venezolano. Es hora que dejemos el juego y hablemos abiertamente sobre lo que está pasando en Venezuela. Es inaceptable que millones de venezolanos tengan que huir su país con tal de comer, y que Maduro se mantenga en el poder intencionalmente sometiendo a los que se quedan con hambruna y a través de ejecuciones extrajudiciales mientras quienes están afiliados con el régimen viven en lujo y se roban miles de millones del país. Las sanciones unilaterales podrán satisfacer la rabia que todos compartimos frente a las injusticias que sufren los venezolanos, pero nunca en la historia han funcionado en cambiar a un régimen en la ausencia de una estrategia diplomática que esta administración se ha mostrado incapaz de organizar. Biden ha prometido el Estatus de Protección Temporal (TPS) a los venezolanos en los Estados Unidos, una respuesta internacional más robusta a la situación humanitaria, un incremento en la presión multilateral sobre el régimen para que negocie de buena fe con la oposición. Ya basta del uso del diálogo por Maduro como una táctica para demorar y consolidar el poder”.
MÉXICO Y EL MURO:
“El presidente Trump le quitó miles de millones de dólares al ejército para un muro que no funciona. Lo que piensa (el presidente electo) es que hay partes donde se necesita muro y partes donde no se necesita muro. Pero el enfoque migratorio debe ser a ambos lados de la frontera. Debemos reformar nuestras leyes, lograr que el sistema de asilo funcione y esté alineado con nuestros valores de país de inmigrantes. Deportar a los criminales, no a los que vienen a trabajar. Los emigrantes no vienen porque quieren, vienen porque deben, debemos invertir en la prosperidad de esos países. El trabajo con México será a nivel de aliados, porque México es un país de una importancia estratégica muy alta para Estados Unidos. Vamos a tener desacuerdos con México, pero vamos a hablar. En su campaña, Andrés Manuel López Obrador propuso invertir en el sur de México y el norte de Centroamérica. Hagámoslo”.
LA MIGRACIÓN:
“Vamos a trabajar de una manera muy activa en temas migratorios. El presidente Biden presentará un plan legislativo el primer día de su administración y enviará recursoso a la frontera para reparar el daño que Trump ha hecho a nuestra capacidad de procesar solicitudes de inmigración con dignidad. Pero tomará meses resolver la situación humanitaria en la frontera y procesar a los migrantes de una forma digna. Biden dice que los dreamers son americanos. Extenderá el programa, buscará formalizarlo y que tengan los beneficios que tenemos aquellos que somos ciudadanos de este país. Queremos que el sistema de asilo funcione de manera eficiente y rápida, justa y digna. Biden suspenderá las deportaciones por cien días porque se necesita analizar las violaciones y abusos de la administración Trump. Es un compromiso del presidente electo”.
ARGENTINA:
“Antes de los Kirchner, la política tradicional entre Estados Unidos y Argentina era otra. En las Naciones Unidas, Argentina era un país líder en derechos humanos, en temas de no proliferación. Creo que se nos ha olvidado un poco esa historia, tenemos que volver a recordar los buenos amigos que éramos Estados Unidos y Argentina, que era casi un país que asesoraba a Estados Unidos sobre cómo navegar los retos en las economías emergentes. Tenemos que reconocer que la relación se deterioró entre George Bush y Néstor Kirchner y no la hemos podido recuperar. Se intentó bajo Obama sin éxito. Incluso bajo la administración de Macri hubo mucho show sin nada concreto pese a su relación con Trump. No hemos ejercido el potencial de la relación, y en mi opinión mucho tuvo que ver con dinámicas políticas dentro de Argentina. Tenemos que desarrollar una agenda regional para recuperarnos de la pandemia y no una agenda ideológica. Cuando Biden llegue a la Casa Blanca no va a estar buscando rencores ni pleitos. Hay demasiado trabajo por delante y es tiempo para voltear la página y unirnos todos para recuperarnos de la crisis actual”.
BRASIL:
“Joe Biden tiene un entendimiento sofisticado de Brasil y cree que la importancia estratégica de Brasil para Estados Unidos va más allá de quién esté en el poder. Es el exportador más grande en el mundo de productos agrícolas, un puente natural entre el G7 y el G77. Existe una agenda global entre nuestros países. Brasil es un país importante, pero la relación solo podrá alcanzar su potencial bajo una base de valores y entendimientos compartidos: el cambio climático es real y la necesidad de actuar urgente, las instituciones democráticas y los derechos humanos se respetan, y la corrupción no se tolera. Trump ha demostrado que Estados Unidos no tiene todas las respuestas y que como naciones tenemos que aprender los unos de los otros. Los desacuerdos se confrontan con respeto mutuo. El Joe Biden que yo conozco es alguien que siempre estrecha la mano -especialmente ahora que todos estamos sintiendo el impacto de la pandemia-, pero la samba es un baile de dos”.
COLOMBIA:
“Biden siempre ha hablado de que es hora de que los Estados Unidos alineen su política exterior con las prioridades domésticas del país. Y eso va a poner a Latinoamérica y el Caribe en una posición central para la política exterior. El presidente electo conoce muy bien Colombia, una aliado por décadas. Apoyar a la región trae prosperidad a los Estados Unidos. Trump es alguien que amenazó con cerrar la frontera y llama a los mexicanos colombianos y violadores, que le ha dicho a los colombianos que no han hecho nada cuando su sangre literalmente riega las calles por el consumo de cocaína en los Estados Unidos. El presidente Biden va a tratar a todos los países, el más pequeño y más grande, con el mismo respeto. Pero cuando los hijos de Bolsonaro hicieron campaña por Trump eso es una falta de respeto. O el Centro Democrático de Alvaro Uribe, con congresistas que han ido a Florida a hacer campaña por Trump”.
CHINA EN AMÉRICA LATINA:
“La diferencia entre Trump y Biden es que el presidente Trump habla fuerte pero ha perdido la guerra comercial con China. El déficit comercial ha crecido, ha tenido que subsidiar a la producción agrícola. Y mantuvo una cuenta bancaria secreta en China para hacer negocios en China. Biden conoce a China y a Xi Jinping, y sabe que la única forma de ganarle a China es competir mejor. Debemos invertir en nuestra propia economía y productividad. China da préstamos, pero no tiene capacidad de organizar una respuesta coordinada a la pandemia ni que la región se recupere. Solo les importa dar préstamos y ser más influyentes”.
CENTROAMÉRICA:
“Los embajadores estadounidenses bajo Biden, en especial en Centroamérica, van a abogar en contra de la corrupción, a favor de los derechos humanos y trabajando mano a mano con la sociedad civil. Biden ha anunciado un plan de 4.000 millones de dólares para mejorar la seguridad y promover la economía para que la gente no quiera abandonar sus países. Si los líderes de Centroamérica están listos para trabajar como en aquellos años, nosotros estamos. La agenda va a comenzar con pasos constructivos de trabajo en común. Creo que muchos países de América Latina han aprendido a manipular a Trump. Dicen lo que él quiere escuchar y saben que a él no le importa la corrupción. Pero un buen político siempre cambia de dirección cuando ve que es en su propio beneficio”.
CUBA:
“Hay que reconocer que el contexto es hoy diferente. El abuso del crackdown por parte del régimen cubano es igual o peor que durante Bush. Biden guiará su política por dos principios: los cubanoamericanos son los mejores embajadores para la libertad, por eso hay que reducir los límites a remesas y viajes. Y dos, que la capacidad de los cubanos por determinar su propio futuro están en el interés de los Estados Unidos. Cuando Biden aboga por la libertad de presos políticos en Cuba, Trump buscaba registrar su marca para hacer negocios en Cuba”.
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