La Casa Blanca rechazó este viernes el posible juicio político contra el presidente saliente, Donald Trump, por su rol en los disturbios que tuvieron lugar en el Capitolio el pasado miércoles.
En un comunicado, uno de los voceros del Poder Ejecutivo, Judd Deere, citó al mandatario y dijo que este “es un momento de sanación y unidad” y calificó al eventual proceso, que los demócratas anticiparon llevarán a cabo, como “políticamente motivado”. “Solo serviría para continuar dividiendo a nuestro gran país”, agregó el funcionario.
Sin embargo, el partido demócrata ya ha anticipado su voluntad de votar la remoción del mandatario. De hecho, según un documento al que accedió la cadena CNN, los legisladores lo acusarán formalmente de “incitación a la insurrección”.
“El presidente Trump puso en grave peligro la seguridad de los Estados Unidos y sus instituciones de gobierno. Amenazó la integridad del sistema democrático, interfirió con la transición pacífica de poder y puso en peligro una rama del gobierno. En consecuencia, traicionó la confianza depositada en él como presidente, en detrimento del pueblo de los Estados Unidos”, indica un pasaje clave del documento.
La iniciativa, liderada por los congresistas David Cicilline, Jamie Raskin y Ted Lieu, ya cuenta con el apoyo de los líderes del partido en el Congreso. En la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi dijo que “si el presidente no deja su cargo de manera inminente y voluntaria, el Congreso procederá con sus acciones”.
Distintos medios han reportado que Pence se ha opuesto a invocar la mencionada enmienda, por lo que la eventual remoción de Trump debería ser ejecutada por el Poder Legislativo.
En paralelo, Chuck Schumer, el líder de la bancada demócrata en el Senado, dijo el jueves que los eventos fueron “una insurrección contra Estados Unidos, incitada por el presidente” y que este no debería ocupar el cargo ni un día más”. “Si el vicepresidente y el gabinete se niegan a levantarse”, expresó, el Congreso debe volver a reunirse para acusar al presidente”.
“Si el vicepresidente y el gabinete se niegan a levantarse”, expresó, el Congreso debe volver a reunirse para acusar al presidente”. No obstante, ante el inminente fin del mandato de Trump, no está claro si hay tiempo suficiente para completar el proceso.
Si es acusado en la Cámara de Representantes, bajo control demócrata, Trump teóricamente enfrentaría un juicio en un Senado de mayoría republicana que está programado para estar en receso hasta el 19 de enero. Los asesores de Mitch McConnell, el líder de la actual mayoría, no han dicho qué haría si la Cámara aprueba los artículos de un juicio político.
No obstante la postura de McConnell, existe la posibilidad de que aún si este fuera a oponerse a la medida otros republicanos la respalden. El legislador Adam Kinziger de Illinois pidió la destitución de Trump a través de la Vigesimoquinta Enmienda. Y durante la tarde del viernes la senadora Lisa Murkowsky se convirtió en la primera republicana en la cámara en llamarlo a renunciar.
“Quiero que renuncie, lo quiero fuera. Ha causado suficiente daño”, dijo Murkowski, considerada una de las miembros más moderadas del partido oficialista en el Senado.
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