La mujer que murió el miércoles tras participar del asalto a la sede del Congreso en Washington fue abatida por la policía del Capitolio, anunció el jefe de la policía de la capital estadounidense. Otras tres personas murieron en las inmediaciones del Congreso.
La ex militar y fervorosa seguidora del presidente Donald Trump se llamaba Ashli Babbitt, y vivía en el sur de California, reportaron medios estadounidenses citando a su familia. La mujer había viajado días atrás a la capital estadounidense para ser parte de la protesta convocada por el presidente.
Babbitt fue parte de un grupo de manifestantes que irrumpieron en el Capitolio, cuando los legisladores llevaban a cabo la certificación del triunfo del demócrata Joe Biden en las presidenciales de noviembre. “Agentes uniformados de la policía del Capitolio los enfrentaron, y en un momento, uno de ellos hizo uso de su arma de servicio” y la alcanzó con un disparo en el cuello, declaró en conferencia de prensa el jefe de ese cuerpo, Robert Contee. Fue declarada muerta tras llevarla al hospital. El funcionario señaló que se abrió una investigación por este “hecho trágico”.
Militar durante 14 años, Ashli Babbitt, realizó cuatro despliegues con la Fuerza Aérea de Estados Unidos, según la cadena de televisión KUSI, que afirma haber entrevistado a su esposo.
Babbitt, que no ha sido identificada oficialmente por la policía, vivía en la región de San Diego, en el sur de California, con su marido, que la describió como una “gran seguidora del presidente Trump”. El hombre no viajó a Washington para participar en la protesta.
“Realmente no sé por qué decidió” de irrumpir en el Capitolio, declaró su suegra, citada por una periodista de la cadena Fox 5.
En su cuenta de Twitter, Babbitt se presentaba como “ex combatiente” y “libertaria”. Recientemente había retuiteado numerosos mensajes de personas que viajaban a Washington para responder al llamado de Donald Trump.
El martes, Babbitt respondió a alguien que se quejaba de la anulación de su vuelo, con mensajes similares a los divulgados por la teoría conspirativa Q Anon: “Nada nos detendrá (...) Ellos pueden intentar, intentar e intentar pero la tormenta está aquí y está descendiendo sobre [Washington] DC en menos de 24 horas (...) De la oscuridad hacia la luz”.
Durante la mañana del miércoles, el presidente arengó a sus seguidores y volvió a asegurar que le han robado la victoria electoral ilegalmente.
Violenta y trágica jornada
Otras tres personas, una mujer y dos hombres, murieron en los alrededores del Capitolio “por emergencias médicas” distintas, dijo Contee, sin precisar si se trataba de manifestantes.
La policía además realizó 52 arrestos, incluyendo 26 dentro del Capitolio.
Los miembros de seguridad y policiales del Capitolio desenfundaron sus armas en el interior de la sede del Legislativo mientras los legisladores y el propio vicepresidente, Mike Pence, que iba a presidir las sesiones de este miércoles, eran evacuados de emergencia. Varios miembros de las fuerzas de seguridad apuntaron con sus armas a manifestantes desde el interior del pleno de la Cámara de Representantes, una escena inédita en la historia reciente de Estados Unidos.
Finalmente, los agentes sobrepasados dejaron que los manifestantes camparan a sus anchas durante varias horas por el edificio del Capitolio, llegando a ocupar las oficinas de los legisladores o llevarse parte de los símbolos de la sede más importante del Gobierno estadounidense.
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, anunció una extensión del estado de emergencia por 15 días hasta la juramentación de Biden el 20 de enero, ante temores de nuevas acciones violentas de los simpatizantes de Trump, que se niega a reconocer su derrota.
(Con información de AFP y EFE)
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