La Bolsa de Nueva York cerró este jueves con nuevos récords su última sesión de 2020, un año de avances lleno de turbulencias en los mercados financieros y marcado por la depresión provocada por la pandemia de covid-19.
Según los resultados definitivos a la clausura, el Dow Jones registró un nuevo récord después del de la víspera con 30.606,48 puntos, lo que significa un alza del 0,65%.
El índice ampliado S&P 500 alcanzó también un nuevo récord de 3.756,07 puntos, con una subida del 0,64%. El Nasdaq, de fuerte componente tecnológico, avanzó de su lado un 0,14%, a 12.888,28 puntos.
“La sesión comenzó poco clara, con los inversores retirando sus beneficios pero después de eso, el mercado replicó lo que hizo durante todo el año y terminó con una buena nota”, comentó Peter Cardillo, de Spartan Capital Securities.
Mientras el Dow Jones y el S&P 500, índice más representativo del mercado estadounidense, superaron nuevas cimas el jueves, el Nasdaq que concentra los grandes valores de la tecnología, avanzó más lentamente.
“Asistimos a una pequeña rotación al final del año, con los inversores prefiriendo salir de la tecnología” para colocarse con los títulos de la economía tradicional, añadió el analista.
“Si para ‘Main Street’ [el gran público] el año fue horrible, para Wall Street, fue fantástico!”, concluyó Patrick O’Hare, de Briefing.com.
El viernes los mercados permanecerán cerrados debido al feriado de Año Nuevo.
En todo el 2020, el Dow Jones de Industriales se ha revalorizado un 7%; el selectivo S&P 500 un 16% y el índice compuesto Nasdaq un meteórico 44%, su mejor retorno desde 2009, en parte gracias los grandes valores tecnológicos que se han beneficiado de la etapa de confinamientos y de la digitalización del trabajo y el ocio.
El 16 de marzo se vivió un “lunes negro” como no se había visto desde 1987, cuando la paralización económica ordenada por países y regiones para contener los contagios del virus provocó ventas de pánico, y una semana después el S&P 500 tocó fondo, acumulando una pérdida del 34 % desde el comienzo del año que no tardaría en borrar.
Espoleados por los estímulos del Gobierno de Donald Trump y un despliegue de ayuda monetaria sin precedentes por parte de la Reserva Federal, los mercados salieron del mercado bajista más corto de la historia en 33 días y surfearon la cresta de una ola de compras liderada por Apple, Alphabet, Amazon, Microsoft, Facebook o Tesla hasta alcanzar nuevos récords del 18 de agosto.
La estrella para muchos analistas ha sido el fabricante de automóviles eléctricos Tesla, que entró en el grupo del S&P 500 este mes de diciembre y se ha disparado un 743% desde el comienzo del año, propulsando a su fundador y consejero delegado, el polémico Elon Musk, al segundo puesto en la lista de las mayores fortunas del mundo por detrás de Bill Gates.
En el S&P 500, a Tesla le han seguido la plataforma de venta de productos artesanales de minoristas Etsy (300%), la productora de chips Nvidia (120%) o la firma de pagos por internet Paypal (113%), mientras en el Nasdaq han destacado las empresas de “quedarse en casa” como Zoom (400%), de videoconferencias, o Peloton, de máquinas de “spinning” (434%).
La peor parte se la han llevado las acciones relacionadas con el turismo, como aerolíneas, cruceros y hoteles; y a la vez han compartido el foco bursátil tanto las grandes farmacéuticas como pequeñas biotecnológicas que han trabajado contrarreloj en vacunas y tratamientos para combatir la pandemia, como Pfizer, Moderna o AstraZeneca.
Precisamente estas últimas empresas, con sus prometedores resultados de efectividad, siguieron dando razones para el optimismo a Wall Street en los últimos meses del año de la pandemia, sobre todo después de las broncas elecciones presidenciales el 4 de noviembre, en las que no hubo “ola demócrata” como preveían las encuestas y se alargó el conteo de votos.
En otros mercados, el petróleo de Texas ha perdido un 20% de su valor y se sitúa en 48,52 dólares tras el fuerte desplome de abril, en el que por primera vez los contratos del WTI alcanzaron un precio negativo; y para el oro este ha sido el ejercicio más brillante en una década, revalorizado un 20% hasta los 1.900 dólares la onza.
La criptomoneda más popular del mundo, el bitcóin, también ha vivido un año sin igual: superó por primera vez los 20.000 dólares en diciembre y ha llegado a tocar los 29.000 en los últimos días, impulsado por el apoyo de empresas como Square o Paypal.
Los analistas señalan que, gracias a las cero comisiones que ofrecen cada vez más plataformas de corretaje en Estados Unidos, los pequeños inversores han acudido en masa al mercado hasta el punto de representar un 25% de la actividad bursátil en 2020, según Citadel Brokerage Securities, lo que ha influido también en la gran recaudación de las últimas salidas a bolsa.
Tres de las salidas a bolsa más exitosas en la plaza estadounidense se han producido precisamente este año: Airbnb, Doordash y Snowflake, mientras que a su vez se ha disparado la popularidad de las operaciones a través de “empresas de cheque en blanco” o SPACS, cotizadas que se fusionan con firmas emergentes para sacarlas al mercado.
Con información de AFP y EFE
Seguir leyendo: