El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario saliente, Donald Trump, coincidirán el próximo lunes 4 de enero en el estado de Georgia, donde ambos harán campaña en la víspera de unas elecciones de las que depende el control del Senado norteamericano.
El equipo de Biden anunció este miércoles en un comunicado que tanto el presidente electo como la vicepresidenta electa, Kamala Harris, viajarán en los próximos días a Georgia para hacer campaña a favor de los dos candidatos demócratas al Senado.
En el caso de Biden, su mitin tendrá lugar en Atlanta el lunes 4 de enero, el mismo día que Trump visitará otra localidad del estado, la de Dalton, para promover las candidaturas de los dos senadores republicanos que buscan la reelección, Kelly Loeffler y David Perdue.
Las elecciones se celebrarán el 5 de enero y son una segunda vuelta, dado que ningún candidato a los dos escaños de Georgia en el Senado consiguió más del 50% de los votos en los comicios del pasado 3 de noviembre.
De las elecciones de Georgia dependerá el control del Senado al menos durante los dos primeros años de la presidencia de Biden, puesto que los republicanos, que serán su oposición, tienen asegurados por ahora 50 de los 100 asientos de la Cámara Alta.
Los demócratas, por su parte, controlan de momento 46 escaños en el Senado, más otros dos que pertenecen a independientes como Bernie Sanders que suelen votar con ellos, por lo que necesitarían ganar los dos escaños que están en juego en Georgia para controlar el hemiciclo.
Aunque una doble victoria demócrata en Georgia dejaría un Senado dividido en 50 escaños de un color y otros 50 del otro, Harris podría romper cualquier posible empate, dado que su nuevo cargo implica ser también la presidenta de la Cámara Alta.
Harris también hará campaña este domingo 3 en Georgia, en concreto en la localidad costera de Savannah, para promover las candidaturas de los dos aspirantes demócratas al Senado, Jon Ossoff y Raphael Warnock.
Las encuestas muestran una contienda muy ajustada entre los dos senadores republicanos y sus rivales demócratas, y los republicanos sólo necesitarían ganar uno de los dos escaños para retener su control del Senado.
Si lo consiguen, Biden tendrá más complicado aprobar a los candidatos para su gabinete e impulsar sus prioridades legislativas, dado que en muchos casos basta una mayoría simple de 51 votos para aprobar o impedir un cambio.
Biden conquistó en las elecciones de noviembre el estado de Georgia, tradicionalmente republicano, y se convirtió en el primer demócrata en hacerlo desde que en 1992 lo consiguiera Bill Clinton (1993-2001), pero su margen de victoria fue muy estrecho y está por ver que pueda repetir la hazaña.
Trump, por su parte, se ha negado a reconocer su propia derrota en las elecciones y ha aumentado sus disputas con los líderes republicanos en el Congreso, lo que ha complicado la campaña para los dos senadores de su partido que compiten en Georgia.
Este miércoles, Trump pidió al gobernador republicano del estado, Brian Kemp, que renunciara. El jefe de Estado ha criticado en los últimos días a Kemp por su negativa a revocar los resultados de las elecciones presidenciales de Georgia, un estado que ganó en 2016 y perdió por estrecho margen ante Biden en 2020.
“@BrianKempGA debería renunciar a su cargo”, escribió el mandatario en un tuit, en el que además alentó a sus seguidores a ver la transmisión de una audiencia sobre supuestas irregularidades electorales. “Es un obstruccionista que se niega a admitir que ganamos Georgia”.
Kemp, considerado durante mucho tiempo un aliado incondicional del presidente, se ha negado a aceptar las acusaciones sin pruebas de Trump de que el recuento de votos del estado estaba amañado. A principios de este mes, el gobernador ratificó los 16 votos electorales de Georgia para Biden después de que múltiples recuentos confirmaron la victoria del demócrata en el estado.
“Amo al gran estado de Georgia, pero las personas que lo dirigen, desde el gobernador, @BrianKempGA, hasta el Secretario de Estado, son un completo desastre y no tienen ni idea”, agregó el sábado por la noche el mandatario norteamericano.
Con información de EFE
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