El Gobierno de Estados Unidos empezó a enviar la noche del martes la ayuda en forma de un pago directo de 600 dólares que recibirán los estadounidenses para mitigar el impacto económico de la pandemia, según lo anunció el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
A traves de Twitter, adelantó en la víspera: “Puede que estos pagos comiencen a llegar a algunas cuentas bancarias como depósitos directos tan pronto como esta noche y se seguirá la semana próxima”.
Además, el Tesoro mandará por correo los cheques en papel a todos aquellos que no tengan una cuenta bancaria registrada en las bases de datos gubernamentales.
El anuncio del Tesoro se produce en un momento en el que el Senado de EEUU, de mayoría republicana, todavía evalúa si incrementar de 600 a 2.000 dólares esos pagos directos que están incluidos en un paquete de estímulo de 900.000 millones de dólares que aprobaron las dos cámaras del Congreso hace una semana.
Durante cinco días, el presidente saliente de EEUU, Donald Trump, se resistió a ratificar el paquete de estímulo, aunque el domingo por la noche dio marcha atrás y accedió a firmarlo. De todas formas, esa demora impactará en la cantidad y velocidad de montos distribuidos como parte del paquete.
Sin embargo, el mandatario pidió que se aumente a 2.000 dólares la ayuda que recibirán todos los estadounidenses con una renta menor a 75.000 dólares anuales. Paradójicamente, Trump y los demócratas están de acuerdo en aumentar esos pagos, pero los republicanos se han dividido: unos apoyan el incremento por ser una idea popular entre los estadounidenses y otros se aferran a la tradición del partido, que siempre había abogado por la disciplina fiscal y el control del gasto público.
Este martes, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, se negó a que la medida fuera sometida a voto y delineó su estrategia, que consistirá en ligar ese aumento a los pagos directos a la creación de una comisión para estudiar las elecciones del 3 de noviembre.
El demócrata Joe Biden ganó esos comicios y tomará posesión el 20 de enero, pero Trump se niega a reconocer los resultados y ha asegurado sin pruebas que hubo fraude.
Por tanto, al vincular el aumento de los cheques con las elecciones, McConnell pone a los demócratas en una difícil posición.
En las negociaciones sobre los cheques directos a los ciudadanos, tanto demócratas como republicanos están intentando sacar rédito político de cara a los comicios del 5 de enero en Georgia.
Ese día, Georgia celebra elecciones para elegir a quienes ocuparan los dos asientos que corresponden a este estado en el Senado federal, algo que servirá para decidir qué partido tiene la mayoría en esa cámara.
(Con información de EFE)
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