El ex mandatario estadounidense Barack Obama y su esposa Michelle fueron fotografiados mientras navegaban en Hawaii a bordo de un kayak, disfrutando de unas vacaciones familiares de fin de año.
En el cierre de un año intenso para ambos, la pareja se mostró distendida en la Bahía de Kailua, que en 2019 fue nombrada el ranking de “Dr. Beach” como la mejor playa de Estados Unidos por su arena blanca, sus aguas tranquilas y, especialmente, por su calmado ambiente.
El líder demócrata, de 59 años, navegó con unos shorts negros, lentes oscuros y una gorra, mientras que la ex primera dama, de 56, estaba con un traje de baño completo amarillo. Ambos siempre se han mostrado entusiastas de la actividad física.
Cerca, había agentes del Servicio Secreto y las imágenes no mostraron a sus hijas, Sasha y Malia, pero la prensa local ha reportado que sí forman parte del viaje familiar.
Hawaii, tierra natal del ex mandatario, ha sido un destino habitual para la familia. Cerca de la bahía está Plantation Estate, que fue una especie de “Casa Blanca de Invierno” por las vacaciones que tomó durante sus gobiernos.
Los Obama han tenido un agitado año, con proyectos personales (libros, documentales y podcasts), la pandemia y las elecciones en EEUU, en la que participaron activamente a favor de Joe Biden.
Días atrás, Michelle escribió en Instagram un mensaje sobre el 2020. “Para mí, las vacaciones siempre han sido una oportunidad para ir más despacio y reflexionar. Hemos soportado mucho este último año, desde la devastación de la pandemia hasta los altibajos de unas elecciones duramente ganadas. Pero lo que quizás se ha quedado conmigo es el apasionado mensaje de justicia y empatía que ha definido las protestas de Black Lives Matter en todo el mundo”, indicó, denunciando la discriminación que continúa todos los días para millones de personas.
“Como la crisis de COVID-19 ha dejado claro, nuestros destinos están inextricablemente unidos. Si el menor de nosotros lucha, todos de alguna manera sentimos ese dolor. Y, a menos que sigamos hablando y marchando por la igualdad, ninguno de nosotros será realmente libre. Rezo para que en el 2021, más de nosotros seamos capaces de entender las experiencias de aquellos que no se ven, o votan, o piensan como nosotros. Rezo para que aprendamos a hacer una pausa cuando estemos tentados a reaccionar con ira o sospecha. Y rezo para que escojamos la generosidad y la amabilidad por encima de nuestros peores impulsos. Eso no siempre es fácil. Pero es un punto de partida”.
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