Tras 32 años, un hombre fue acusado por la desaparición de una niña de nueve años en California

El presunto asesino de Michaela Joy Garecht ha estado en la cárcel desde 1989 por haber matado a una mujer, además de que se encuentra a la espera de un juicio por un doble homicidio

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(Foto: Facebook/Departamento de Policía de Hayward)
(Foto: Facebook/Departamento de Policía de Hayward)

En noviembre de 1988, la desaparición de la niña de nueve años, Michaela Joy Garecht, provocó dolor y angustia entre la población y autoridades del condado de Alameda, en California. Nadie sabía quién había sido el responsable de tan atroz hecho, los únicos detalles que tenían es que había sucedido en el estacionamiento de un supermercado, mientras la pequeña compraba dulces antes del Día de Acción de Gracias.

Después de 32 años, la policía dio a conocer que un hombre que cometió tres asesinatos en la década de los 80 fue el responsable de este acto. Se trata de David Misch, cuyas acciones en contra de Michaela fueron descritas por el fiscal de Alameda, Nancy O’Malley, como “descarados, despiadados, pero claramente planeados”.

Hasta el momento, informó la autoridad, no se han hallado los restos de Michaela, sin embargo, dijo tener la esperanza de que las acciones realizadas este 21 de diciembre puedan contribuir para brindar “algo de consuelo a la familia de Michaela, sabiendo que la justicia prevalecerá”.

Según las investigaciones de la policía, la forma en que Misch, actualmente de 59 años, apartó a Michaela de sus amigos fue a partir de un scooter, el cual le prometió devolverle, sin embargo, cuando ella intentó tomarlo, el sospechoso “la agarró por la cintura y la metió en el automóvil mientras gritaba violentamente”, escribió el detective Robert Prunell en la denuncia penal en contra de Misch.

Hace un mes, el FBI emitió una ficha en la que ofrecía una recompensa a quien diera información de su paradero o del sospechoso. (Foto: FBI)
Hace un mes, el FBI emitió una ficha en la que ofrecía una recompensa a quien diera información de su paradero o del sospechoso. (Foto: FBI)

Esta información se basó en los testimonios de una de las amigas de Michaela, así como en otro par de personas, las cuales proporcionaron descripciones generales del secuestrador, como la edad que aparentaba, su estatura, el color de sus ojos y la longitud de su cabello.

La desaparición de la niña provocó una de las investigaciones más importantes en la historia de East Bay. Su fotografía con flequillo rubio, una gran sonrisa y ojos llenos de ilusión circularon en la región durante años tras su desaparición. Incluso el mariscal de campo de los 49ers de San Francisco, Joe Montana, pidió a la gente que ayudara para su regreso, pero el esfuerzo fue infructuoso.

Todavía hace un mes, el FBI emitió una ficha de recompensa de USD 10.000 para cualquier persona que proporcionara información del sospechoso y ayudara a encontrarlo.

No obstante, el caso tuvo una ruptura este año, dijo Toney Chaplin, jefe de la policía de Hayward, pues la policía que investigó a Misch por un doble homicidio de 1986 en Fremont —por los cuales está a la espera de un juicio— encontró motivos para relacionarlo con la desaparición de Michaela.

David Misch. (Foto: Departamento de Policía de Fremont)
David Misch. (Foto: Departamento de Policía de Fremont)

Y es que una huella de la palma de Misch fue encontrada en la escena de la desaparición de la niña, lo cual llevó a los investigadores a su rastro, sin embargo, Chaplin no dio más detalles acerca de la operación con la cual pudieron determinar el asesino de la pequeña.

“Todavía nos gustaría encontrar los restos de Michaela, por lo que hay algunas cosas que no discutiremos hoy”, puntualizó Chaplin durante la conferencia de prensa en donde se dio a conocer esta noticia.

Cabe mencionar que además de los cargos por el asesinato de Michelle Xavier y Jennifer Duey, David Misch ya había sido condenado en 1990 por asesinar a Margaret Ball en su casa de Hawyard un año antes. La sentencia por este delito fue una pena de 18 años de cárcel a cadena perpetua.

Por su parte, la madre de Michaela, Sharon Murch, dijo que después de tantos años de búsqueda, tal vez ya había llegado el momento “de aceptar que probablemente Michaela ya no estaba viva”.

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