Estados Unidos está “listo para reaccionar” si el régimen de Irán lo ataca con motivo del primer aniversario de la muerte del general Qassem Soleimani, advirtió este domingo el jefe de las fuerzas estadounidenses en Medio Oriente, el general Frank McKenzie, quien se encuentra de gira por la región dos semanas antes de que se cumpla el primer año del día en que fue abatido el jefe militar más importante de la República Islámica.
“Estamos listos para nuestra defensa y la de nuestros amigos y aliados en la región, y estamos listos para reaccionar si es necesario”, aseguró McKenzie, jefe del Comando Central del Ejército de los Estados Unidos (Centcom), en diálogo con periodistas.
“Estamos en una muy buena posición y estaremos listos, sea lo que sea lo que los iraníes o sus aliados decidan hacer”, agregó durante una entrevista telefónica desde un lugar no especificado en la región.
El comandante de Centcom indicó que viajó a Bagdad (Irak), donde se reunió con el jefe de las fuerzas de la coalición anti-yihadista, el general estadounidense Paul Calvert, así como con el jefe de personal iraquí, el general Abdul Amir Yarallah.
También viajó a Siria para encontrarse con las fuerzas desplegadas en la base de al-Tanf, en el sur.
Esta gira, que no fue anunciada, es señal de que Estados Unidos está atento a una posible operación iraní para vengar al poderoso general iraní Qassem Soleimani, quien fue abatido el pasado 3 de enero de 2020 durante un ataque con drones cerca del aeropuerto de Bagdad.
Desde entonces, el régimen persa amenazó en reiteradas ocasiones a Estados Unidos con represalias. “Trump, nuestra revancha por el martirio de nuestro gran comandante es cierta, seria y real, pero somos respetables y nuestra revancha será equitativa y justa”. Esas palabras corresponden al general Hossein Salami, líder de los Guardianes de la Revolución de Irán.
El pasado mes de septiembre, momento en que Salami lanzaba esa encendida amenaza, militares, agentes de inteligencia y autoridades judiciales de Estados Unidos fueron alertados sobre una “amenaza activa” contra los altos mandos del Pentágono, de acuerdo a lo revelado por cinco funcionarios norteamericanos a la cadena NBC News.
La amenaza está latente tanto en suelo norteamericano, como en el exterior, detallaron esas fuentes, que hablaron bajo anonimato.
Las evidencias obtenidas por las autoridades indican que se puede tratar de un posible intento de represalia por parte de Teherán por la muerte de Soleimani.
De acuerdo a dos de esas fuentes, los datos de inteligencia incluyen una lista de los nombres de los líderes militares que son el objetivo principal. No obstante, esas identidades no fueron reveladas.
Soleimani era el arquitecto de la estrategia militar de su país en la región, sobre todo en Irak y Siria. El general, muerto en un ataque estadounidense con drones en enero en Bagdad, dirigía concretamente la fuerza Quds, la unidad de élite encargada de las operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución. Tras su muerte, Irán disparó misiles contra bases estadounidenses y de otros países miembros de la coalición en Irak.
Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC, en inglés) surgieron en 1979 tras la Revolución Islámica que depuso al Sha de Persia e instauró el actual régimen teocrático dirigido por los ayatolás. También conocida como pasdaran (“guardianes” en farsi), esta fuerza paramilitar fue pensada como una rama de las Fuerzas Armadas de Irán encargada de proteger precisamente el régimen teocrático y la república islámica, a diferencia del rol más tradicional de protección de fronteras del ejército, la marina y la fuerza aérea.
Se cree que actualmente cuenta con unos 120.000 miembros destinados a unidades terrestres, navales y aéreas, y la Fuerza Quds, que es su división de operaciones en el extranjero. Además, controla a las milicias Basij, que suman otros 90.000 miembros.
Su vinculación como patrocinador del terrorismo y su rol desestabilizador acusado por Estados Unidos, están relacionados a las acciones de la Fuerza Quds, que dirige las operaciones iraníes en Siria, Irak, Afganistán y el Líbano, entre otros países.
Con información de AFP
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