El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ha dado negativo por coronavirus este jueves tras someterse a una prueba PCR, después de que uno de sus asesores, el director de la Oficina de Participación Pública, Cedric Richmond, haya dado positivo.
Aunque Biden no ha sido considerado como un contacto cercano de Richmond, según las directrices marcadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el presidente electo se ha realizado la prueba este jueves, ha informado la portavoz de su equipo de transición, Kate Bedingfield.
Richmond, quien viajó por su cuenta el 15 de diciembre a Georgia para asistir a un evento de campaña de los candidatos al Senado Jon Ossoff y Raphael Warnock, interactuó con Biden, pero no lo suficiente, según los CDC como para considerarse contacto directo.
“El contacto de Richmond con el presidente electo ocurrió al aire libre, ambos con mascarilla y por un periodo de tiempo inferior a los 15 minutos”, explica Bedingfield.
De acuerdo con el comunicado, Richmond tampoco ha tenido contacto directo con ningún miembro de campaña de Ossoff y Warnock, ni con la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes de Georgia, Stacey Abrams, ni con la congresista Nikema Williams, quienes también asistieron al evento.
Richmond, quien se pondrá bajo cuarentena durante las próximas dos semanas, es hasta el momento la persona más cercana al presidente electo en dar positivo por coronavirus. El congresista por Luisiana ha sido uno de los principales asesores de campaña de Biden, y se prevé que adopte un papel similar una vez se formalice su entrada en la Casa Blanca.
A lo largo de esta semana han comenzado ya las vacunaciones contra la COVID-19 en Estados Unidos, siendo los profesionales sanitarios los primeros en recibirla, mientras se espera que el presidente electo, Joe Biden, haga lo propio la próxima semana en un acto público con el que transmitir confianza a la opinión pública sobre su uso.
Un panel de expertos sanitarios recomendó a la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) otorgar la aprobación de emergencia a la vacuna contra el COVID-19 de Moderna.
De efectivamente ser autorizada, el inoculante será el segundo en comenzar a ser usado en la población estadounidense, luego del de Pfizer y BioNtech.
La aprobación de Moderna por parte de la FDA allana el camino para que seis millones de dosis comiencen a ser distribuidas este fin de semana.
Los 22 integrantes del Comité Asesor de Vacunas y Productos Biológicos de la FDA votaron todos a favor de la vacuna, con una sola abstención, lo que da esperanzas en un país golpeado por más de 300.000 muertes como consecuencia del COVID-19, incluyendo un máximo diario de 3.580 muertes el miércoles, mientras que el récord el número de pacientes amenaza con abrumar a los hospitales y al personal sanitario.
(Con información de Europa Press)
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