El líder de la bancada mayoritaria republicana en el Senado, Mitch McConnell, reconoció este martes la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos.
“Ayer los electores (del Colegio Electoral) se reunieron en 50 estados y desde esta mañana nuestro país tiene oficialmente un presidente electo”, dijo el influyente senador en un discurso en el pleno. “Así que hoy quiero felicitar al presidente electo Joe Biden”, agregó.
McConnell, uno de los hombres más poderosos de Washington, tomó así distancia del presidente Donald Trump, quien desde Twitter continúa denunciando un supuesto fraude en su contra y se niega a aceptar el resultado.
McConnell se convirtió de esta manera en el republicano de mayor rango en saludar a Biden, quien ya había sido felicitado por figuras como el ex presidente George W. Bush o el senador Mitt Romney. Se espera que luego del anuncio del Colegio Electoral otros republicanos también concedan en público el resultado. Lo mismo hicieron por la mañana los mandatarios de México y Rusia, Andrés Manuel López Obrador y Vladimir Putin, respectivamente.
En contraste, numerosos congresistas se mantuvieron firmes y continúan apoyando las alegaciones infundadas del presidente, algo que se vio plasmado en la demanda con la que Texas intentó anular los resultados de cuatro estados y que naufragó en la Corte Suprema. En concreto, más de 100 legisladores nacionales y fiscales generales de 17 estados sumaron sus nombres a la iniciativa judicial.
Pese a haber descrito la demanda como su mayor esperanza, Trump todavía rechaza el resultado de los comicios y asegura que seguirá litigando en las cortes. Biden tomará posesión de su mandato el próximo 20 de enero.
Más allá de su reconocimiento del resultado, el senador posiblemente será el principal escollo de Biden en sus intentos por implementar políticas de centro-izquierda, ya que todo apunta a que los republicanos seguirán siendo mayoría en el Senado. McConnell senador desde 1985 y durante el mandato de Barack Obama fue el símbolo del bloqueo de proyectos del oficialismo, mientras que en el gobierno de Donald Trump mantuvo casi totalmente la disciplina partidaria, principalmente para la aprobación de tres jueces nominados para la Corte Suprema.
La única esperanza que tienen los demócratas es ganar los dos escaños que quedan en disputa en Georgia, donde las encuestas muestran un escenario muy reñido. Si logran ambos triunfos, la cuenta quedaría igualada 50 a 50 en la Cámara Alta, y desempataría la vicepresidente electa Kamala Harris.
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