La cifra de estadounidenses que presentaron solicitudes de beneficios por desempleo por primera vez aumentó más de lo esperado en la última semana, ya que el alza de nuevas infecciones de covid-19 generó más restricciones para los negocios, en una mayor evidencia de que la pandemia y la falta de estímulo fiscal dañaban a la economía.
Las solicitudes iniciales de beneficios estatales por desempleo totalizaron una cifra desestacionalizada de 853.000 para la semana al 5 de diciembre, frente a 716.000 en la semana previa, dijo el jueves el Departamento del Trabajo. Sobre una base no ajustada, la cifra aumentó en casi 229.000, pero la semana anterior incluyó el Día de Acción de Gracias, y los datos tienden a ser volátiles durante las festividades.
Los economistas consultados por Reuters habían estimado que las peticiones llegarían a 725.000, la misma cifra de la encuesta de Bloomberg. El promedio de solicitudes en cuatro semanas, una medida que compensa las variaciones semanales, fue de 776.000 hasta la semana pasada comparado con 740.000 en la semana anterior.
Estados Unidos atraviesa una nueva ola de infecciones por coronavirus, superando el martes la marca de 15 millones. A inicios de esta semana entraron en vigor nuevas órdenes estrictas de quedarse en casa en California, que afectan a alrededor de tres cuartas partes de los casi 40 millones de personas en el estado más poblado del país.
Otros estados y gobiernos locales también han impuesto restricciones a las empresas, lo que los economistas esperan que lleve a una nueva ronda de despidos durante el invierno boreal, especialmente sin dinero adicional del gobierno para ayudar en medio de la pandemia.
Aún no se logra un acuerdo sobre otro paquete de rescate. El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, dijo que el Congreso todavía estaba buscando un camino a seguir.
Más de 3 billones de dólares inyectados por el gobierno ayudaron a millones de estadounidenses desempleados a cubrir los gastos diarios y a las empresas a mantener a los trabajadores en las nóminas. Pero el estímulo fiscal casi se ha agotado. Si no se llega a un acuerdo para fin de año, millones de estadounidenses podrían comenzar el nuevo año con beneficios de desempleo caducados.
El informe del Gobierno mostró que en la semana que concluyó el 28 de noviembre había 5,75 millones de personas que percibían el subsidio convencional por desempleo comparado con 5,52 millones la semana anterior.
Las solicitudes de desempleo alcanzaron un récord de 6,8 millones semanales en marzo. Se han mantenido por sobre su máximo de 665.000 durante la Gran Recesión de 2007-09.
La angustia del mercado laboral mantiene la inflación contenida. En un informe por separado el jueves, el Departamento del Trabajo dijo que su Índice de Precios al Consumidor subió un 0,2% en noviembre después de permanecer sin cambios en octubre. En los 12 meses hasta noviembre, el IPC aumentó un 1,2% después de una ganancia similar en octubre. Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que el IPC aumentaría un 0,1% en noviembre y un 1,1% interanual.
El comunicado señala también un comienzo inestable para el mercado laboral este mes, que podría verse reflejado en el informe mensual de empleos del Departamento del Trabajo de diciembre. La contratación titubeó en noviembre con una ganancia de 245.000 que fue la más débil en siete meses, y Bloomberg Economics pronostica que el empleo total disminuirá.
La distribución esperada de las primeras vacunas contra el virus este mes podría ayudar a frenar la propagación y aliviar las restricciones, pero probablemente tomará meses para que llegue a un número significativo de estadounidenses.
(Con información de Reuters, Bloomberg y EFE)
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