Ayer fue el último día para que los estados presentaran los votos certificados de la elección del 3 de noviembre. El próximo 14 de diciembre se reunirán los electores para oficializar lo que a esta altura parece inevitable: Joe Biden es el nuevo presidente de los Estados Unidos.
Si bien las demandas en la corte para que se modifiquen los resultados en algunos estados han perdido peso, la retórica del presidente Trump sigue siendo una de descrédito acerca de la victoria de Joe Biden, pero de a poco comienza a dar indicios de que tiene un plan después del traspaso de poder del 20 de enero.
“Si pierdo diría ‘perdí’, y me iría a vivir a Florida sabiendo que hice un buen trabajo”, declaró Trump durante un evento de apoyo a los candidatos republicanos en Georgia. Desde 2019, el presidente –que tiene propiedades en todo el mundo- declaró como su residencia permanente el club de mar y golf que posee en West Palm Beach, Mar-al-Lago. Allí ha pasado la mayor parte de su tiempo libre durante los cuatro años de su presidencia y no asombraría a nadie que una vez que deje la Casa Blanca se instale en el cálido sur de la Florida.
Pero parece impensable que Trump decida hacer una vida de retirado. Con más de 70 millones de personas que votaron por él hace poco más de un mes, en una de las elecciones más reñidas de la historia, es innegable que el presidente tiene un enorme capital político. Y él lo sabe.
Sin reconocer la derrota de 2020, ya ha empezado a hablar de la posibilidad de participar en la primaria republicana de 2024. Y los números, al menos hoy, lo favorecen. Es el republicano con mayor apoyo a nivel nacional según un reciente estudio realizado por el medio especializado Político y la consultora Morning Consult. Trump tiene dos dígitos de ventaja por sobre cualquier otro republicano de cara a 2024 según dicha encuesta.
Pero no sería el único miembro de su familia en llamar al sur de la Florida su hogar. La poderosísima pareja compuesta por Ivanka Trump y Jared Kushner habría adquirido recientemente un terreno en la zona costera de Miami-Dade, concretamente en uno de los islotes del archipiélago de Indian Creek. El terreno tiene 80 mil pies cuadrados y estaba publicado por 31,8 millones de dólares. El último dueño reportado de la propiedad es el cantante español Julio Iglesias. El periódico New York Post reportó la compra citando media decena de fuentes allegadas a la transacción. Si bien no hay una confirmación oficial por parte de la hija del presidente, si se ha confirmado que una subsidiaria de la inmobiliaria Coldwell Banker Residential ha vendido el inmueble en las últimas semanas. La más conocida de las hijas de Trump ha visitado frecuentemente el sur de la Florida y siempre ha sido muy cercana a su padre. Por su parte, los padres de Kushner poseen un condominio en el área de Bal Harbour –también en Miami-Dade- valuado en 4 millones de dólares desde 2017.
Mar-a-Lago funcionó como un bunker de campaña todo este año, y durante la presidencia de Trump ha sido un destino no oficial en el que el presidente se ha reunido con políticos y mandatarios internacionales. Si a eso se suma la cercanía de su hija –que es quien tiene la mayor proyección política de los descendientes de Trump- y de su yerno –principal asesor del presidente en estos cuatro años-, no resulta inusual pensar en un escenario donde el sur de la Florida se convierta en un nuevo epicentro del poder político republicano. Algo que, de hecho, ya pasó durante la época de mayor poderío de la familia Bush.
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