Coronavirus en EEUU: sin una guía del gobierno, muchos estados dejarán a los hospitales decidir quien recibirá primero la vacuna

La administración del presidente Donald Trump anunció la semana pasada que cada estado deberá fijar sus propias reglas. Se espera que las primeras aprobaciones de emergencia lleguen en los próximos días

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Foto de una de las fases de prueba de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19. (Bloomberg)
Foto de una de las fases de prueba de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19. (Bloomberg)

La aprobación de la vacuna contra el COVID-19 y su inmediata distribución están a la vuelta de la esquina en los Estados Unidos. Muchos esperan novedades para finales de esta semana. Y si bien hay ciertas recomendaciones hechas por los CDC (Centros para el Control de Enfermedades, por sus siglas en inglés) acerca de quiénes deberían recibir las primeras dosis, no hay una orden clara a nivel federal de cómo se organizará el proceso. De hecho, la administración del presidente Donald Trump anunció la semana pasada que cada estado deberá tomar esa decisión de manera independiente.

Los CDC declararon el pasado martes que la prioridad para recibir la vacuna deberían tenerla los trabajadores de la salud y las personas que viven en hogares de ancianos debido a la alta exposición al virus de los primeros y la vulnerabilidad al mismo de los segundos.

La sugerencia de que los trabajadores de la salud estén entre los primeros en ser inoculados responde a una estrategia de cuidado de la sociedad en general. A nueve meses del comienzo de la pandemia, una gran cantidad de miembros de este grupo se encuentran agotados. Muchos de ellos ya se contagiaron de coronavirus en el pasado y los nuevos casos -en el marco del peor brote en el país desde el inicio de la pandemia- ponen en riesgo la capacidad de atender a nuevos enfermos.

Con un alza en el número de casos en todo el país, el riesgo no es solo quedarse sin camas en los hospitales, sino también tener un faltante de médicos y enfermeros que los atiendan.

Las recomendaciones de los CDC siempre son de cumplimiento optativo.

 La sede de los centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, en Atlanta, Georgia, EEUU. REUTERS/Tami Chappell
La sede de los centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, en Atlanta, Georgia, EEUU. REUTERS/Tami Chappell

Con menos de dos semanas para tomar decisiones clave, muchos estados están dejando la responsabilidad de determinar quiénes serán los primeros inoculados en su región a los hospitales.

“Ellos saben quiénes son los que están más expuestos. En la primera partida de vacuas el número de dosis será limitado”, decía en rueda de prensa el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, justificando su decisión de dejar en manos de cada hospital la decisión

En Florida también serán los hospitales quienes determinen a quienes se vacunará. La administración del gobernador Ron DeSantis anunció que a través de los hospitales se vacunará masivamente a trabajadores médicos. Si bien no hay un número final acerca de cuántas dosis va a recibir el estado, se sabe que serán suficientes para vacunar a todos los empleados del sector de la salud, si es que ellos quieren recibir su dosis.

Estados como Mississippi o Nueva York también han enviado comunicados a sus hospitales informándoles que ellos tendrán la potestad de decidir a quienes vacunar primero, aunque con la presunción de que empezarán con los trabajadores de la salud.

Otros estados como Arkansas y Minnesota conformaron paneles que elaborarán reglas para todo el estado, aunque por ahora no hay hecho publicaciones.

Como siempre, hay voces disidentes en contra de permitir que cada hospital auto-regule las inoculaciones. “Será muy caótico”, advirtió en una nota de opinión publicada en un periódico nacional el doctor Eric Toner, de la Universidad John Hopkins.

Cartel publicitario de la empresa farmacéutica Pfizer. Se espera que su vacuna contra el COVID-19 sea la primera en ser aprobada por las autoridades regulatorias de EEUU. Foto: REUTERS/Carlo Allegri
Cartel publicitario de la empresa farmacéutica Pfizer. Se espera que su vacuna contra el COVID-19 sea la primera en ser aprobada por las autoridades regulatorias de EEUU. Foto: REUTERS/Carlo Allegri

Se espera que el primer cargamento de la vacuna para los Estados Unidos tenga al menos dosis dobles para vacunar a 21 millones de trabajadores médicos y unas 3 millones de personas de la tercera edad.

Fundamentalmente con la vacuna desarrollada por Pfizer, debido a las bajísimas temperaturas en las que debe ser conservada, debe empezar a ser aplicada apenas sea recibida para evitar complicaciones.

El gobierno anunció además que para febrero se espera que haya otras 50 millones de dosis disponibles para la población en general.

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