Antes de la noche del 10 de diciembre, cuando revele cuál es la persona del año 2020 según su equipo de editores, la revista Time ha compartido quién triunfó en la votación que sus lectores hicieron en línea. La votaación tuvo más de 80 candidatos, entre individuos y grupos. En el año menos normal de su concurso habitual, ganó un colectivo: los trabajadores esenciales.
“Enfermeros, médicos, repartidores a domicilio, empleados de tiendas y muchos otros que siguen arriesgando sus vidas en la línea de fuego de la pandemia de COVID-19″, quienes fueron calificados de “héroes” por la publicación, obtuvieron el 6,5% de los 8 millones de votos en una encuesta que solicitó a los lectores que eligieran “a la persona o el grupo que tuvo mayor influencia en 2020″. Los trabajadores esenciales se impusieron sobre el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, el presidente electo Joe Biden, el papa Francisco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la duquesa de Sussex, Meghan Markle, entre otros.
“Este año los resultados de la encuesta a los lectores también destacaron a varias otras figuras y grupos que se distinguieron durante un periodo sin precedentes y extenuante”, agregó. El primero fue Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas y autoridad máxima en el coronavirus en los Estados Unidos, quien siguió a los trabajadores esenciales en el favor del público: “Surgió como una figura digna de confianza en medio de la desinformación sobre el COVID-19 y resultó segundo con el 5% de los votos”, indicó la publicación.
El tercer lugar fue para los bomberos, con el 4,3% de los votos. “Reiteradamente han arriesgado sus vidas para combatir incendios históricos en todo el mundo, desde Australia al oeste de los Estados Unidos”, detalló Time. Muy cerca, con el 4%, se ubicaron los activistas del movimiento Black Lives Matter, “quienes encabezaron e inspiraron manifestaciones globales contra el racismo sistémico y la brutalidad policial luego de los asesinatos de varios afroamericanos, entre ellos George Floyd y Breonna Taylor”. Biden quedó quinto, con el 3,8% de los votos.
La lista de Time, de la que surgirá la persona del año 2020, incluyó también al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo; a Mike Pence, vicepresidente de los Estados Unidos, y a Amy Coney Barrett, jueza de la Corte Suprema. Entre los políticos internaciones presentó a Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda; a Tsai Ing-wen, presidenta de Taiwán y a los manifestantes nigerianos contra la brutalidad policial. Entre las figuras de las artes y los deportes, a Billie Eilish, Michaela Coel, Megan Thee Stallion, Cardi B, LeBron James —quien llevó a los LA Lakers al triunfo en la NBA— y la joven tenista Naomi Osaka.
También integra la lista Chase Strangio, el abogado de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), que llevó hasta la Corte Suprema —y ganó, en un fallo histórico— los argumentos para proteger a la comunidad LGBTQ contra la discriminación en el trabajo y la esfera pública. Y José Andrés, chef y activista que ya estuvo entre los 100 más influyentes del mundo según Time, en 2012 y 2018. Este año integra la lista por el importante papel de su organización benéfica, World Central Kitchen, durante la crisis del COVID-19: Andrés organizó una red de cocineros —golpeados por el desempleo— para servir unas 25 millones de comidas. También por la presión que el coronavirus puso sobre sus empresas, Time nominó a Eric Yuan, CEO de Zoom, y Ted Sarandos, co-CEO de Neflix.
La selección entera, desde luego, estuvo afectada por la pandemia. Sintentizó la editora Stephanie Zacharek: “Ha habido años peores en la historia de los Estados Unidos, y por cierto años peores en la historia del mundo, pero la mayoría de quienes hoy estamos vivos nunca vimos algo como esto. Uno tendría que tener más de 100 años para recordar la devastación de la Primera Guerra Mundial y la pandemia de gripe de 1918; aproximadamente 90 para tener una idea de las privaciones económicas que trajo la Gran Depresión, y unos 80 para conservar recuerdos de la Segunda Guerra Mundial y sus horrores”.
Acaso para compensar la oscuridad obvia de la votación del año, la revista eligió por primera vez al menor del año, que en este caso resultó ser una niña: Gitanjali Rao, de 15 años, científica e inventora de Lone Tree, Colorado. Entre 5.000 candidatos, Rao se destacó por “su trabajo asombroso, que emplea la tecnología para abordar cuestiones desde la contaminación del agua potable hasta la adicción a los opiáceos y el ciber bullying” y por su voluntad de crear “una comunidad mundial de jóvenes innovadores para resolver problemas en todo el mundo”.
En diálogo con la actriz y enviada especial del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Angelina Jolie, también colaboradora de Time, Rao contó sobre los orígenes de su vocación. “Cuando estaba en segundo o tercer grado empecé a pensar en cómo podemos usar la ciencia y la tecnología para crear un cambio social. Tenía unos 10 años cuando le dije a mis padres que quería investigar la tecnología de sensores de nanotubos de carbono en el laboratorio de investigación la compañía de agua de Denver, y mi mamá se me miró como ‘¿Qué cosa?’”.
También habló en detalle de su servicio Kindly, que funciona mediante una aplicación y como una extensión en Chrome para “detecter el ciber bullying en una etapa temprana, gracias a tecnología de inteligencia artificial”. Describió: “Empecé a codificar como configuración algunas palabras que se podían considerar bullying, y luego mi motor partió de ellas para identificar otras similares. Escribes una palabra o una frase y puede entender si es bullying, y te da la opción de editar o enviar tal como está. El objetivo no es castigar. Como adolescente, sé que los adolescentes tendemos a atacar verbalmente a veces. Esto te da la posibilidad de volver a pensar lo que dices para que sepas qué hacer la próxima vez”.
—La forma en que tú hablas sobre la tecnología —observó Jolie— parece algo muy nuevo y diferente. Es fascinante ver una inventora mujer, joven, con un pensamiento tan avanzado.
—No tengo el aspecto típico de un científico. Todo lo que veo en la tele es que por lo general el científico es un hombre, blanco y mayor. Me resulta extraño que la gente tenga prácticamente papeles asignados en lo que respecta a su género, su edad, el color de su piel. Mi objetivo ha cambiado realmente desde crear mis propios dispositivos para resolver los problemas del mundo para inspirar también a que otros lo hagan también. Porque, por experiencia propia, sé que no es fácil cuando no ves a alguien que sea como tú. Así que realmente quiero comunicar ese mensaje: si yo puedo hacerlo, tú puedes hacerlo, todo el mundo puede hacerlo.
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