Los trabajadores de la salud y quienes viven en residencias de ancianos deberían ser los primeros en ser vacunados contra el covid-19, recomendó este martes un comité de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidense (CDC) tras una reunión pública.
El panel votó abrumadoramente a favor de las recomendaciones no vinculantes para la “Fase 1a” de distribución a los estados y otras jurisdicciones locales si la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) otorga la aprobación de emergencia a las vacunas líderes.
Esas dos categorías de población incluyen unos 24 millones de habitantes en Estados Unidos, esto es, el número aproximado de personas que podrán ser vacunadas en diciembre, si las dos vacunas evaluadas por la agencia estadounidense del medicamento, la de Pfizer/BioNTech y Moderna, son autorizadas y se producen en la cantidad prometida: 40 millones de dosis en total.
Cada vacuna se hará con la inyección de dos dosis separadas por tres o cuatro semanas, respectivamente.
En cuanto a los profesionales del sector de la salud, se estima que la población es de 21 millones de personas, incluidos los trabajadores de hospitales, clínicas ambulatorias, atención médica domiciliaria, farmacias, servicios médicos de emergencia, etc.
Las residencias de ancianos sufrieron unos 100.000 fallecidos por covid-19, el 40% de las muertes durante la pandemia en Estados Unidos, el país más afectado en el mundo. Tres millones de personas viven en esos establecimientos en el país.
Sara Oliver, de los CDC, explicó durante la reunión que después de diciembre, las autoridades esperan recibir entre cinco y 10 millones de dosis por semana.
La mayoría de los estados creen que podrán vacunar a todos sus profesionales de la salud “en tres semanas”, dijo la científica principal de los CDC, Nancy Messonnier.
No obstante, la administración de Donald Trump recomendará a su vez un orden de prioridad, que no tiene por qué seguir el sugerido por los CDC.
Pero, pese al riesgo de crear confusión en el país, serán finalmente los 50 estados y territorios quienes fijarán la lista de los grupos prioritarios en su jurisdicción, aunque se espera que sigan las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
El comité, por su parte, no votó a favor de lo que sucedería después de la fase inicial, pero los expertos han propuesto que se dé prioridad a los trabajadores esenciales en la fase “1b”, seguidos de los adultos con múltiples factores de riesgo y los adultos mayores de 65 años en la fase “1c”.
Según los especialistas, la vacunación en una gran parte de la población de EEUU será fundamental para establecer la inmunidad nacional al covid-19 y frenar la propagación del patógeno. Para alcanzar esto, es necesario establecer la inmunidad colectiva, pero es probable que la mayoría de los estadounidenses deban volver a vacunarse en los próximos años.
Las dosis de la vacuna de Pfizer y BioNtech están listas para ser enviadas “horas” después de la autorización de la FDA, indicaron las compañías, que prevén poder empezar la distribución en la segunda quincena de diciembre. Saldrán de la fábrica estadounidense de Kalamazoo (Michigan) y de la belga de Puurs.
La vacuna debe ser transportada a -70 ºC, una temperatura extrema inferior a la de los congeladores normales. Pfizer enviará sus dosis a los centros de vacunación en cajas llenas de hielo seco que mantendrán esa temperatura durante 15 días.
Con información de AFP
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