La ciudad de Nueva York, que hace menos de dos semanas cerró sus escuelas públicas ante el aumento de casos de coronavirus, anunció este domingo que va a reabrir los centros de primaria a partir del 7 de diciembre. Tras recibir duras críticas por enviar a los alumnos a casa mientras se mantenían abiertos comercios o restaurantes y aumentaban las reuniones sociales, el Ayuntamiento neoyorquino ha dado marcha atrás y ha presentado un nuevo plan para que la enseñanza pueda volver a parte de los colegios.
A partir del 7 de diciembre, podrán regresar a las clases presenciales los alumnos de entre preescolar y quinto curso de primaria, mientras que los de cursos superiores continuarán con las lecciones remotas.
También volverán a las escuelas a partir del 10 de diciembre los niños con discapacidades severas, según anunció en una conferencia de prensa el alcalde, Bill de Blasio.
Nueva York había fijado durante el verano un estricto criterio, que preveía el cierre de los centros públicos y el paso de todos los alumnos a programas remotos si la tasa de pruebas positivas en el conjunto de la ciudad alcanzaba el 3 por ciento, una cifra menor que la decidida para el resto del estado. Así, cuando los casos de coronavirus comenzaron a repuntar este mes, clausuró las escuelas, a pesar de que el número de positivos en los centros educativos era muy reducido.
De Blasio aseguró este domingo que se sintió “muy mal por los niños y padres”, pero que el Ayuntamiento consideraba que tenía que cumplir con sus compromisos, unas medidas que había negociado durante mucho tiempo con los sindicatos de maestros después de que éstos amenazasen con hacer huelga.
El plan de reapertura requerirá que los estudiantes que vuelvan a las aulas se sometan semanalmente a pruebas de la covid-19 y, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, permitirá que los niños vayan al colegio cinco días a la semana.
Esto acabará prácticamente con el modelo “híbrido” que había implantado Nueva York, en el que los alumnos acudían al centro dos o tres días por semana y el resto seguían las lecciones por videoconferencia, en lo que era un intento por reducir el número de personas presentes en cada momento en los edificios.
Según De Blasio, este nuevo modelo está basado en la “experiencia” adquirida en los últimos meses y será el que se mantenga hasta que haya una vacuna que permita una cierta vuelta a la normalidad. Por ahora, sólo podrán volver a las clases los alumnos que se habían registrado para la enseñanza presencial, mientras que los que habían optado por las clases remotas continuarán por esa vía.
Las autoridades calculan que hasta unos 335.000 estudiantes pueden volver a las escuelas, algo menos de un tercio del total de los que estaban inscritos el año pasado en el sistema público de la ciudad, que es el mayor de todo Estados Unidos y uno de los pocos entre las grandes ciudades del país que habían apostado por la enseñanza presencial.
Estados Unidos rebasó este domingo la cifra de 265.000 fallecidos por covid-19 y superó ya los 13 millones de contagiados, a la vez las autoridades advirtieron de un repunte de casos en los próximos días tras las fiestas de Acción de Gracias.
El balance a las 11.00 hora local (16.00 GMT) es de 13,2 millones de casos y 266.119 muertes, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
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