El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, anunció este viernes la imposición de sanciones económicas contra cuatro empresas chinas y rusas acusadas de haber apoyado el desarrollo del programa nuclear iraní.
“Estados Unidos ha sancionado a cuatro empresas de China y Rusia por apoyar el programa nuclear de Irán”, tuiteó el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
Las sanciones de Washington son contra dos empresas con sede en China, Chengdu Best New Materials y Zibo Elim Trade, y a otras dos basadas en Rusia, Nilco Group y Joint Stock Company Elecon.
Acusadas de “suministrar tecnología y equipos avanzados para el programa de misiles nucleares de Irán”, las compañías enfrentarán restricciones a la ayuda del gobierno estadounidense y sus exportaciones durante dos años, dijo el Departamento de Estado en un comunicado.
“Continuaremos utilizando todas las sanciones a nuestra disposición para evitar que Irán aumente su capacidad nuclear”, enfatizó Pompeo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró en 2018 a su país del acuerdo internacional firmado tres años antes con Irán para evitar que adquiriera armas nucleares, por considerar que era insuficiente.
Inmediatamente restableció, y luego endureció, todas las sanciones estadounidenses contra la república islámica en nombre de una política de “máxima presión”.
Desde entonces, Estados Unidos decidió sancionar a cualquier país o empresa extranjera que no cumpla con sus medidas contra Teherán.
Entretanto, Estados Unidos se prepara para liderar una alianza informal que buscará brindar una alternativa a la “Iniciativa de la Franja y la Ruta” de China, informó el miércoles el ministro de Finanzas de Taiwán, quien afirmó que la misma ofrecerá una mayor transparencia a los países que buscan financiamiento para desarrollar su infraestructura.
“Taiwán y Estados Unidos están trabajando en un plan para financiar proyectos de infraestructura y energía en Asia y América Latina, utilizando capital del sector privado para garantizar una mayor transparencia”, expresó el miércoles el ministro Su Jain-rong en una entrevista en Taipei. Además, añadió que espera ver que los primeros proyectos comiencen en uno o dos años.
El plan, que comenzó con la firma de un acuerdo entre Estados Unidos y Taiwán en el mes de septiembre, tiene como objetivo recaudar fondos a través de bonos destinados a bancos, aseguradoras y otros capitales privados taiwaneses. Es una oportunidad tanto para Washington como para Taipei de contrarrestar la ola de inversiones en infraestructura por parte de China en medio de preocupaciones sobre el compromiso de Beijing con proyectos internacionales y con el empeoramiento de las finanzas entre los países en desarrollo.
La “Iniciativa de la Franja y la Ruta” que promueve el gigante asiático, en efecto, depende en gran medida de los préstamos de Beijing a los gobiernos y, por lo general, involucra a empresas estatales chinas. El plan de Taiwán y EEUU, por el contrario, “enfatiza fuertemente la participación del sector privado, al mismo tiempo que destaca que los fondos deben obtenerse a través del mercado, lo que lo hace altamente transparente”, agregó Su.
(Con información de AFP)
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