Advierten que cerca de 60.000 estadounidenses podrían morir de covid-19 en las próximas tres semanas

Tras las celebraciones por el Día Acción de Gracias, que generaron un número récord de viajes en lo que va del año, los Centros para el Control de Enfermedades alertaron que se espera un aumento considerable en el número de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos en el país

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Viajeros con máscaras protectoras para prevenir la propagación del COVID-19 en el aeropuerto de Denver, Colorado, el 24 de noviembre de 2020. (REUTERS/Kevin Mohatt)
Viajeros con máscaras protectoras para prevenir la propagación del COVID-19 en el aeropuerto de Denver, Colorado, el 24 de noviembre de 2020. (REUTERS/Kevin Mohatt)

Si bien los tratamientos para el coronavirus han mejorado considerablemente, y todo parece indicar que la vacuna está a la vuelta de la esquina, los números en cuanto a la pandemia no son alentadores en Estados Unidos. Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) hizo el terrible pronóstico de que 60.000 personas podrían fallecer en las próximas tres semanas basándose en los números de los últimos 7 días. Esto se sumaría a las 263 mil ya fallecidas en lo que va de la pandemia.

El jueves, en el Día de Acción de Gracias, se cumplieron 24 jornadas consecutivas con más de 100.000 nuevos casos cada 24 horas. Por 17 días consecutivos, las hospitalizaciones fueron en ascenso, marcando el récord ayer de 90.400 personas en hospitales, y 1.200 muertes en un día. Nada indicaría que en el corto plazo la tendencia fuera a cambiar.

El cálculo es que las muertes pudieran triplicarse en los próximos días, debido al alto número de personas hospitalizadas que terminan en terapias intensivas. Estadísticamente, al aumentar este índice la consecuencia es que en las próximas dos semanas aumenta la mortalidad. Si, como espera el CDC, en los próximos 20 días la mortalidad diaria en el país asciende a 4.000 por día, se estaría llegando al temible número de 60.000 fallecimientos en tres semanas.

Los médicos además esperan un alza en los contagios que se traduciría en más hospitalizaciones, y en última instancia, más fallecimientos después de la celebración del Día de Acción de Gracias. Los CDC pidieron la última semana que, de ser posible, los estadounidenses eviten viajar para esta fecha –que suele ser la de mayor tránsito en el año-, y que las reuniones se reduzcan al ámbito de quienes comparten hogar.

Un conductor camina por la Grand Central Terminal el día antes del Día de Acción de Gracias, Nueva York, EEUU, 25 noviembre 2020 (REUTERS/Carlo Allegri)
Un conductor camina por la Grand Central Terminal el día antes del Día de Acción de Gracias, Nueva York, EEUU, 25 noviembre 2020 (REUTERS/Carlo Allegri)

Pero la realidad es que el miércoles previo a la festividad 1.070.967 personas se subieron a un avión, marcando el récord de viajeros desde marzo. Según el cálculo de la Asociación Automovilística Estadounidense en este período de celebración, 50 millones de estadounidenses viajaron por tierra y aire, comparado con 55 millones que lo hicieron el año pasado para esta misma fecha. La diferencia no es tan grande.

Posible solución al problema

Aunque la vacuna está muy pronta a ser aprobada, los efectos de una vacunación masiva no se verán por meses. Sin embargo, la comunidad médica insiste en que hay maneras de controlar el contagio.

Las medidas más efectivas siguen siendo las que se vienen recomendando desde el comienzo: usar máscaras tapa bocas, mantener la distancia social y lavarse frecuentemente las manos. El Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington proyecta que en dos meses se pueden salvar 40.000 vidas si el 95 por ciento de los estadounidenses utilizara máscaras tapabocas.

Las recomendaciones incluyen, además, una sugerencia los gobiernos locales de que se hagan eco de estos pedidos. En el último mes son más los estados y municipalidades que han pasado normas de utilización de máscaras y restricciones para la utilización de espacios cerrados. Pasadas las elecciones, el tema de las restricciones y recomendaciones para el COVID-19 ha pasado a ser menos partidario. Gobernadores de ambos partidos se han unido en los últimos días para anunciar medidas similares que incluyen la prohibición de operar en restaurantes y bares bajo techo y exigir el uso de máscaras en todo momento.

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