Una caverna pintada con crípticos dibujos rupestres en California (Estados Unidos) podría ser la primera evidencia del consumo de sustancias alucinógenas entre humanos primitivos, concluyó un estudio publicado este lunes en la revista PNAS.
El lugar fue bautizado como Pinwheel Cave -o cueva del Molinillo- en referencia a un dibujo pictórico que reposa en una de sus rocas y se parece al juguete para niños. El lugar era ampliamente conocido por las generaciones de californianos nativos entre los siglos 14 y 18.
Se cree que la imagen representa la forma distintiva de la flor sagrada de datura o Datura Wrightii, una planta propia de California que tiene propiedades psicoactivas.
También hay ‘Quids’ en la cueva -pequeños paquetes de hojas y material fibroso de la planta- que normalmente se mastican para generar los efectos alucinógenos de la planta, que los nativos consideraban sagrada.
Restos de estos quids fueron descubiertos en grietas del techo de la cueva y, al realizarles un análisis químico, científicos demostraon que contenían alcaloides alucinógenos y que su origen era en efecto la flor de datura. De acuerdo al análisis químico, las hojas habrían sido machacadas y masticadas entre 1530 y 1890.
Aunque durante mucho tiempo se pensó que el arte rupestre se hacía durante estados de trance alucinógenos, esta es la primera vez que se encuentra evidencia irrefutable al respecto.
Estos hallazgos pusieron en duda varias suposiciones de larga data sobre las primeras comunidades de humanos. Por ejemplo, algunos expertos en arte rupestre creen que se produjo predominantemente en cuevas que eran propiedad de chamanes individuales. Por ende, las pinturas eran producto de estas visiones que los llevaban por los trances inducidos por las drogas.
Sin embargo, como lo afirma David Robinson, autor principal del estudio, la evidencia que encontraron respalda la teoría de que la mayoría de los sitios con pinturas rupestres eran lugares donde vivía la gente, pues las pinturas traban de comunicar “los sistemas de creencias centrales” de las comunidades.
“Los chamanes se iban a un espacio oculto y tomaban su alucinógeno en búsqueda de la visión, que reproducían en la roca”, explicó Robinson.
“Es una forma de comunicación visual dentro de la sociedad indígena que es para el beneficio de todos. Eso es lo principal que muestra esta investigación. No se trata de la experiencia cognitiva de un individuo”, resaltó.
Según el estudio, la datura es asociada con ritos de iniciaciones grupales de adolescentes en la cultura nativa de California. Era consumida principalmente dentro de una bebida. No obstante, los autores del trabajo no ofrecieron una explicación concreta de por qué las personas que vivieron en la cueva podrían haber tomado la planta alucinógena.
Lo que sí señalan es que la creencia de que sólo los chamanes hombres hacían las pinturas rupestres debe ser reevaluada y que no hay razones para pensar que las mujeres no pudieron estar involucradas también en el arte rupestre.
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