Donald Trump Jr., el hijo mayor del presidente de los Estados Unidos, tiene COVID-19. Así lo confirmó su vocero, que indicó a su vez que Trump Jr. dio positivo a principios de semana y “ha estado en cuarentena en su cabaña desde entonces”. “Es completamente asintomático y está siguiendo los lineamientos médicos recomendados”, agregó.
Trump Jr. no ha hecho referencias públicas al hecho de haber testeado positivo en toda la semana. Sí se ha mantenido activo en sus redes sociales y especialmente en su cuenta de Twitter, donde regularmente se involucra en asuntos políticos y ensaya férreas defensas de su padre.
Con el diagnóstico, Trump Jr. se suma a su padre, su madrastra Melania y su hermanastro Barron como los miembros de la familia presidencial que han contraído la enfermedad. No es el caso de sus otros hermanos, Eric, Ivanka y Tiffany, pero sí de numerosos otros funcionarios de la Casa Blanca y asesores republicanos.
Este viernes también anunció que dio positivo Andrew Giuliani, el hijo de Rudy, abogado del presidente y de su campaña y cara visible en los últimos días de los esfuerzos del mandatario por revertir en las cortes el resultado de las elecciones que perdió ante Joe Biden.
La Casa Blanca se convirtió en distintas ocasiones a lo largo de los últimos meses en un foco de contagios de COVID-19. La primera de ellas fue vinculado al evento de nominación de Amy Coney Barrett como jueza de la Corte Suprema del país. Allí se cree que contrajo la enfermedad el presidente, lo mismo que funcionarios como su vocera Kayleigh McEnany y otros asesores y ex asesores como Hope Hicks, Kellyanne Conway, Bill Stepien y Chris Christie.
El segundo brote tuvo lugar a finales de octubre, cuando múltiples asesores del vicepresidente Mike Pence -entre ellos su jefe de gabinete- contrajeron la enfermedad. Distintos reportes informaron que la Casa Blanca intentó mantener la información en secreto, aunque los esfuerzos finalmente no fueron efectivos.
Menos de dos semanas después, el tercer episodio se registró cuando el jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, dio positivo, lo mismo que varios de sus asesores y otros funcionarios cercanos al presidente. Los casos también alcanzaron al servicio secreto, considerando que al 13 de noviembre más de 130 oficiales habían contraído la enfermedad o recibido la orden de aislarse.
Estados Unidos ha registrado estas semanas sus peores cifras de contagios. Este pasado jueves reportó más de 200.000 casos, un nuevo récord. La cantidad de muertes, en tanto -2.239- fue la mayor desde inicios de mayo. El balance provisional de fallecidos -252.419- supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para final de año Estados Unidos llegará a los 320.000 fallecidos y para el 1 de marzo a los 440.000.
Por otra parte, Joe Biden expresó este lunes su frustración por la reticencia de Donald Trump a cooperar con la transición hacia el nuevo gobierno y advirtió que “más gente podría morir” sin una inmediata coordinación de acciones contra la pandemia.
“Más gente podría morir si no coordinamos” en asuntos como la distribución de vacunas contra el covid-19 lo antes posible, sostuvo el líder demócrata a periodistas cuando le preguntaron cuál es la mayor amenaza que genera la obstrucción de Trump, quien aún no reconoce la derrota en las urnas, al cambio de gobierno.
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