El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, mantuvo este martes una “cálida” conversación telefónica con el presidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden. Según indicó en un comunicado la oficina del mandatario, ambos acordaron “reunirse pronto para continuar impulsando la firme alianza entre ambos países”. A su vez, aseguró que el presidente electo “reiteró su profundo compromiso con el estado de Israel y su seguridad”.
Netanyahu, por su parte, dijo que "el vínculo especial ente Israel y los Estados Unidos es un componente fundamental de la política y la seguridad del país”.
El mandatario ya había felicitado a Biden y Kamala Harris por su victoria en las elecciones. Lo hizo el pasado 8 de noviembre, cuando aseguró que ambos se conocen “desde hace casi 40 años” y aseguró que su relación es “cordial”. “Sé que eres un gran amigo de Israel. Espero poder, con ustedes dos, profundizar todavía más la alianza especial entre Estados Unidos e Israel”, expresó en ese entonces en su cuenta de Twitter.
Netanyahu también dejó un mensaje para el republicano: “Gracias por la amistad que has mostrado al estado Israel y a mí personalmente, por reconocer a Jerusalén y al Golán, por hacer frente a Irán, por los históricos acuerdos de paz y por llevar la alianza estadounidense-israelí a niveles sin precedentes”.
De esta manera, Netanyahu se sumó a la lista de líderes mundiales que, además de reconocer la victoria del demócrata en los comicios, se han puesto en contacto con él para comenzar a dar los primeros pasos de la que será la relación bilateral entre sus países durante la futura administración, que comenzará el próximo 20 de enero. Entre ellos se cuentan el francés Emmanuel Macron, el británico Boris Johnson, la alemana Angela Merkel y el canadiense Justin Trudeau.
La postura contrasta con la del presidente Donald Trump, que continúa asegurando que los comicios fueron fraudulentos y que él es realmente el ganador. La mayor parte del partido republicano ha evitado reconocer la victoria de Biden, indicando la necesidad de aguardar a la finalización de las demandas interpuestas por la campaña del actual mandatario.
Una postura similar han adoptado una serie de jefes de Estado, entre ellos el mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el brasileño Jair Bolsonaro y el ruso Vladimir Putin.
Netanyahu había sido uno de los mandatarios más cercanos a Trump, en buena medida como consecuencia de su política con respecto a Israel. Era un secreto a voces que, al igual que la mayoría de los israelíes, esperaba que el magnate inmobiliario ganara las presidenciales. Según dos encuestas recientes, el 63% de los israelíes prefería a Trump por sobre Biden (17-18%), cuyos partidarios eran incluso menos numerosos que los indecisos (20%).
No obstante las cifras, Biden se ha presentado a sí mismo como un aliado de Israel a lo largo de sus casi cinco décadas en la función pública. Visitó el país por primera vez en 1973 y en 2015 defendió que Estados Unidos debe mantener su “promesa sagrada de proteger el hogar de origen de los judíos”.
El cambio en la Presidencia estadounidense puede tener implicaciones en la política israelí. Los analistas estimaban que, de ser reelegido Trump, habría grandes probabilidades de que Netnayahu convocase nuevas elecciones mientras que, de ganar Biden, era más probable que mantuviese el ejecutivo de unidad con Beny Gantz, que debería sustituirle en la presidencia del Gobierno a finales del año próximo.
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