Con su tradicional gorra roja y muy sonriente, Donald Trump hizo su esperada aparición en una multitudinaria marcha en Washington, D.C, donde sus seguidores insisten con las denuncias de fraude y sostienen que el mandatario resultará ganador de la elección, aun cuando el demócrata Joe Biden ya fue reconocido por los principales mandatario del mundo como el vencedor.
El convoy presidencial pasó frente a la Freedom Plaza, donde entusiastas seguidores gritaban “¡Cuatro años más!, ¡Cuatro años más!” o “¡USA!, ¡USA!”. Muchos de ellos agitaban banderas de “Trump 2020” y algunos portaban pancartas en las que podía leerse “Mejor presidente de la historia” o “Detengan el robo”.
El mandatario, de todas formas, no descendió del vehículo y la cadena Fox News confirmó que pasó por el lugar para recibir el aliento de sus seguidores pero luego continuó viaje a las las afueras de DC, a su campo de golf de Virginia.
“Es reconfortante ver todo el tremendo apoyo que hay, especialmente los mítines que están surgiendo naturalmente en todo el país, incluido uno grande el sábado en DC. Incluso podría intentar pasar y saludar”, tuiteó Trump. “¡Esta elección fue amañada!”, añadió.
En una entrevista del diario The Washington Examiner, Trump, que aún no reconoce la victoria electoral de Joe Biden,insistió ayer en que es capaz de dar la vuelta a los resultados de las elecciones, después de que las proyecciones de los medios dieran como ganador a su rival, el demócrata Joe Biden, y advirtió: “Nunca apuesten en mi contra”.
Durante el reportaje, el mandatario ofreció su perspectiva sobre la situación en varios estados clave, donde, según él, sigue teniendo posibilidades de vencer, aunque no aportó pruebas de que pueda hacerlo. “Vamos a ganar Wisconsin -señaló-. Arizona se reducirá a 8.000 votos, y si podemos hacer una auditoría de los millones de votos, encontraremos 8.000 votos fácilmente. Si podemos hacer una inspección, estaremos en buena forma allí”.
Respecto a Michigan y Pennsylvania, donde los medios también dieron la victoria al demócrata, Trump destacó que se trata de “estados grandes” e insistió en su estrategia de protestar por el hecho de que los observadores de su campaña no pudiera seguir de cerca el escrutinio en algunos momentos.
“No dejaron a nuestros observadores electorales y observadores vigilar u observar -dijo el presidente saliente-. Eso es importante. Deberían haber desechado esos votos que pasaron en los momentos cuando (los observadores de Trump) no estaban allí. Fuimos a los tribunales y el juez ordenó que regresaran, pero eso fue después de dos días y millones de votos podrían haber pasado, millones, y estamos 50.000 por debajo”. Interrogado sobre cuándo calcula que será capaz de darle la vuelta a la situación, Trump respondió: “No sé, probablemente dos semanas, tres semanas”.
Trump todavía no ha reconocido su derrota y lleva desde hace días asegurando que hubo fraude en los comicios, sin haber aportado ninguna prueba.
En ese sentido, el mandatario saliente reiteró estas acusaciones en un tuit este viernes. “Durante años los demócratas han predicado sobre lo inseguras y amañadas que nuestras elecciones habían sido. Ahora afirman ‘Qué trabajo más maravilloso hizo la Administración de Trump convirtiendo las de 2020 en las elecciones más seguras’. En realidad esto es cierto, excepto por lo que los demócratas hicieron. ¡Elecciones Amañadas!”, clamó Trump.
Ese mensaje fue etiquetado por Twitter con un mensaje que advertía “Esta afirmación sobre fraude electoral está disputada” y si se hacía click en la etiqueta aparecía una serie de tuits de medios de comunicación hablando sobre la escasa posibilidad de fraude electoral en EEUU.
Con información de AFP y EFE
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