El prestigioso cardiólogo y genetista Eric Topol, actual editor en jefe de Medscape -uno de los sitios de ciencias médicas más consultado del mundo-, advirtió este viernes sobre la urgente necesidad de redoblar esfuerzos para frenar la propagación del COVID-19 en EEUU en un momento donde las cifras de casos de contagios llegan a números récord todos los días y los gobernantes parecen más ocupados en organizar la transición de poder tras las elecciones del 3 de noviembre.
“Una fase de pato rengo [expresión que alude a los últimos días en el gobierno de un presidente saliente] de unos 75 días es intolerable mientras hay un empeoramiento de la pandemia, ahora con 2 nuevos casos confirmados cada segundo”, advirtió Topol desde su cuenta de Twitter, donde suele compartir datos duros sobre la evolución del COVID-19.
El pasado 7 de noviembre, cuando decenas de líderes del mundo reconocieron a Joe Biden como presidente electo de los Estados Unidos, el investigador norteamericano compartió números preocupantes del avance del virus en el país. “No es por desviar la atención de la celebración, pero... acabamos de tener más de 128.000 nuevas infecciones en EEUU, otro nuevo récord. Las hospitalizaciones continúan aumentando hasta casi 59.000. Y murieron 1.097 personas más. Tenemos un trabajo serio que hacer”, señaló en un tuit.
La asunción presidencial de Biden tendrá lugar el 20 de enero de 2021, por lo cual al presidente actual, Donald Trump, aún le queda poco más de dos meses de gobierno que probablemente coincidan con lo peor de esta segunda ola de coronavirus en el país.
Trump, sin embargo, manifestó este viernes que no piensa hacer cambios a su cuestionado plan de combate al coronavirus y enfatizó que su administración no va a ordenar “bajo ninguna circunstancia” una cuarentena a nivel nacional, poniendo todas las esperanzas en el desarrollo de una vacuna que se distribuirá en forma masiva recién en abril de 2021.
Al respecto, Topol aseguró: “Estamos a punto de llegar a un nuevo pico pandémico en personas hospitalizadas, más de 60.000. El aumento de los casos es ilimitado a menos que tomemos medidas agresivas, que por supuesto deberían haberse iniciado hace meses. Pero nunca es demasiado tarde”.
“No hay tal cosa como una maldita ‘casedemic’ [un aumento de los casos sin un aumento concomitante de muertes] y no necesitamos ver estas líneas subiendo más. Es hora de tomar el control de este virus. Podemos hacerlo”, remarcó Topol en una serie de mensajes con gráficos ilustrativos del crecimiento de la pandemia.
El pensamiento de Topol está alineado con el de muchos expertos en salud pública que también alertan por el rápido avance de los casos de COVID-19 en los Estados Unidos, llegando a indicar que no deberían descartarse nuevos aislamientos obligatorios debido al “desastre humanitario”.
Para el ex director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), Tom Frieden, EEUU está viviendo “tiempos peligrosos”, mientras que el principal corresponsal médico de la cadena CNN, Sanjay Gupta, habló de un “desastre humanitario” y el epidemiólogo Michael Osterholm, que forma parte del equipo de trabajo contra el coronavirus del presidente electo Joe Biden, describió a la situación como el “infierno del COVID-19”.
Aunque contundentes, las apreciaciones de los expertos golpean contra la fatiga acumulada y extendida de la población frente a las restricciones al movimiento, que se han estado levantando progresivamente en todo el país en los últimos meses debido al impacto negativo que tienen en la economía. Incluso en los estados en los que algunas de estas restricciones han vuelto a ser impuestas para frenar la nueva ola, muchas personas están relajando los cuidados o simplemente ignorándolos.
El miércoles, 14 estados del país, casi todos ubicados en el centro norte, reportaron números récord de hospitalizaciones. Mientras que 23 estados en todo el territorio sufrieron números récord de contagios, de acuerdo al Washington Post.
Estados Unidos alcanzó este viernes jueves la cifra de 10.693.773 casos confirmados y la de 243.466 fallecidos por el COVID-19, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins, tras registrar 142.363 contagios y 1.764 muertes en 24 horas.
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