Las solicitudes semanales de subsidios por desempleo en Estados Unidos registraron un descenso pese al aumento de los casos de covid-19, según cifras publicadas este jueves por el Departamento de Trabajo.
Entre el 1 y el 7 de noviembre se registraron 709.000 solicitudes, contra 757.000 la semana previa, de acuerdo con los números revisados al alza, y 758.000 del período anterior.
El promedio de solicitudes en cuatro semanas, una medida que compensa las variaciones semanales, quedó la semana pasada en 755.250 comparado con 788.500 la semana anterior.
Si bien las solicitudes de desempleo han bajado del récord semanal de 6,867 millones en marzo, siguen estando por encima del pico de 665.000 de la Gran Recesión de 2007-09. La cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo tenía un promedio de alrededor de 250.000 trámites en los meses previos a febrero.
Se teme que la creciente ola de contagios obligue a más restricciones a los comercios y actividades no esenciales, lo que podría frenar la tendencia a la baja.
Esta prestación no cubre a unos 16 a 18 millones de trabajadores independientes y contratistas que, en el marco de un paquete de emergencia por la pandemia de covid-19 aprobado en marzo, les asignó un subsidio de 600 dólares semanales. Este programa concluyó a fin de julio y el Gobierno del presidente Donald Trump y el Congreso no se han puesto de acuerdo en una extensión.
Más de 3 billones de dólares en ayuda del gobierno para la pandemia para las empresas y los trabajadores impulsaron una tasa histórica de crecimiento económico del 33,1% anual en el tercer trimestre, lo que siguió a un ritmo de contracción récord del 31,4% en el trimestre de abril-junio.
Pero la falta de estímulo fiscal y el aumento de nuevas infecciones de coronavirus en todo el país han puesto a la economía en una senda de crecimiento marcadamente más lento en el tercer y cuarto trimestre. Las nóminas privadas aumentaron menos de lo esperado en octubre y que la actividad en la industria de servicios se está enfriando. Este sector ha sido el más afectado por la pandemia, lo que dificulta la recuperación de los 22,2 millones de empleos perdidos durante la crisis.
La explosión de casos de COVID-19 en todo el país y el clima más frío probablemente pesarán sobre la ya mediocre demanda por servicios como viajes aéreos, alojamiento en hoteles y membresías en gimnasios, restaurantes y bares.
(Con información de AFP, EFE y Reuters)
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