Distintas ciudades del sur de Florida llevan a cabo tareas de limpieza y dragado el martes, luego de que la tormenta tropical Eta inundara zonas urbanas con un aguacero que anegó barrios enteros y llenó casas de agua durante horas.
Fue la 28va tormenta de una magnitud tal -o mayor- en la que es una intensa temporada de huracanes, y fue la primera en tocar tierra en Florida. El 2020 igualó el récord de cantidad de fenómenos climáticos de esta naturaleza que hasta ahora se remontaba a 2005, cuando los huracanes Katrina, Rita y Wilma golpearon la costa del Golfo de México. No obstante, eso fue antes de la formación de Theta el lunes por la noche en el nordeste del Atlántico. De esta manera , la formación de la 29na tormenta del año convirtió a 2020 en la más activa de la historia.
Tras golpear Nicaragua como huracán de categoría 4 y matar a más de 150 personas desde México a Panamá, Eta arrasó el sur de Florida. El lunes se movió hacia el Golfo de México, cerca de donde los Everglades se encuentran con el mar, con vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros (50 millas) por hora.
El condado Broward, que incluye Fort Lauderdale, estaba entre las zonas más afectadas.
“Está muy mal. En los últimos 20 años, no he visto nada como eso”, dijo Tito Carvalho, propietario de un negocio de radios para autos en Fort Lauderdale. Carvalho estimó que el agua rondaba el metro (3 pies) de profundidad en algunos lugares. La inundación causó algunos daños en su negocio, señaló.
Los bomberos sacaron a una persona de un auto que había caído al canal el domingo por la noche en el norte de Miami. El paciente fue hospitalizado en estado crítico, según las autoridades.
“Es mucho peor de lo que podíamos haber imaginado, y estábamos preparados”, dijo Arbie Walker, estudiante de 27 años y que vio su apartamento en Fort Lauderdale inundado con entre 13 y 15 centímetros (de 5 a 6 pulgadas) de agua.
“Nos llevó 20 minutos salir de nuestro barrio debido a la importante inundación de la zona”, dijo Walker. El auto de su hermana también se había visto semisumergido.
En uno de los centros de pruebas diagnósticas de coronavirus más grandes del estado, el estadio Hard Rock del condado de Miami-Dade, cayeron hasta 40,6 centímetros (16 pulgadas) de agua, según las autoridades. Ha sido uno de los lugares más utilizados durante la pandemia para hacer diagnósticos de COVID-19. Se esperaba que el lugar permaneciera cerrado hasta el miércoles o el jueves.
Todos los centros de pruebas en los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach gestionados por el gobierno de Florida cerraron el domingo y el lunes debido a la tormenta. Al menos siete lugares de pruebas permanecerían cerrados el martes.
Eta tocó tierra el domingo en Matecumbe Inferior, en medio de la cadena de pequeñas islas que forman los Cayos.
Los meteorólogos veían probable que Eta se debilitara sobre el suroeste de la costa del Golfo, aunque algunos modelos indicaban que podría ganar fuerza y convertirse en una tormenta más grande. Estaba lo bastante lejos de la costa como para mantener fuerza al tiempo que descargaba aguaceros en el tercio inferior de la península de Florida. El lunes por la tarde pareció debilitarse, aunque los expertos señalaron que las previsiones más allá de 72 horas no estaban claras.
Un árbol cayó sobre una casa en Cayo Largo, causando heridos leves, indicó el jefe de bomberos, Don Bock. La tormenta derribó otros árboles y algunos postes de luz, señaló.
El alcalde de Fort Lauderdale, Dean Trantalis, dijo que eran las lluvias del siglo.
“Una vez la tierra se satura, en realidad el agua no tiene a dónde ir”, dijo Trantalis. “No es como un gran huracán. Es más bien un fenómeno de lluvia, y estamos haciendo todo lo que podemos para asegurar que la gente de nuestra comunidad está protegida”.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo en Twitter que la población debía monitorear la corriente durante los próximos días. “Aunque la tormenta ha vuelto al mar, aún podría provocar situaciones peligrosas en la costa del Golfo al final de la semana”, tuiteó.
En Cuba, Eta siguió desbordando ríos e inundando zonas costeras. Unas 25.000 personas fueron evacuadas y no había reportes de muertes, aunque la lluvia continuaba y se esperaba que se acumularan 63 centímetros (25 pulgadas) de agua.
Casi una semana después de que Eta arremetiera contra Nicaragua, las autoridades desde Panamá a Guatemala han reportado más de 100 muertos y una cifra aún mayor de desaparecidos. Las extensas inundaciones y deslaves han afectado a cientos de miles de personas en países ya golpeados por las consecuencias económicas de la pandemia.
A miles de kilómetros de distancia, en el nordeste del Atlántico, Theta se convirtió el lunes en la 29na tormenta con nombre de la temporada 2020. Se formó unos 1.600 kilómetros (995 millas) al suroeste de las Azores, según los meteorólogos, con vientos máximos sostenidos de 85 km/h (50 mph). El sistema se desplazaba al este a 24 km/h (15 mph) y no planteaba una amenaza inmediata para tierra.
(Con información de AP)
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