La tormenta tropical Eta, que se está fortaleciendo, tocó tierra el domingo por la noche en el Cayo Matecumbe Inferior, días después de dejar decenas de muertos y más de 100 desaparecidos en México y Centroamérica.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados declaró alertas de huracán y marejada ciclónica para los Cayos, desde Ocean Reef a Dry Tortugas, incluida la Bahía de Florida.
Las autoridades en Florida cerraron playas, puertos y centros de pruebas diagnósticas de COVID-19. También se suspendió el transporte público y se pidió a la gente que se mantuviera a cubierto. En Miami y los Cayos de Florida se abrieron refugios para residentes en casas rodantes y zonas bajas. El condado de Broward suspendió las clases presenciales el lunes y Miami parecía encaminada a hacer lo mismo.
En Lauderhill, Florida, las autoridades respondieron el domingo por la noche a un reporte de un auto que había sido arrastrado hasta un canal. Fotos tomadas por los bomberos en el lugar, unos 48 kilómetros (30 millas) al norte de Miami, mostraban a rescatistas buscando en lo que parecía una inundación cerca de un estacionamiento.
Los bomberos sacaron a una persona del auto y la llevaron a un hospital en estado crítico, según un comunicado del cuerpo de bomberos. Los rescatistas seguían buscando a otras personas.
Eta tenía vientos máximos sostenidos de 100 kilómetros (65 millas) por hora el domingo por la noche, y tenía su centro 45 kilómetros (30 millas) al este-noreste de Marathon, Florida, y 115 kilómetros (70 millas) al este-noreste de Cayo Hueso. El sistema se desplazaba hacia el oeste-noroeste a 22 km/h (14 mph).
La tormenta desbordó ríos e inundó zonas costeras en Cuba, donde 25.000 personas fueron evacuadas. Pero no había reportes de muertes.
Eta había castigado Cuba durante el día, mientras rescatistas en Guatemala seguían buscando a gente que se creía sepultada por un enorme alud de tierra provocado por la lluvia. Las autoridades elevaron la cifra de muertes confirmadas a 27 y dijeron que aún había más de 100 desaparecidos en Guatemala, muchos de ellos en el deslave en San Cristóbal Verapaz.
Unas 60.000 personas fueron evacuadas en Guatemala.
En México se reportaron al menos 20 personas en el sur de México, y autoridades locales en Honduras reportaron 21 fallecidos, aunque la agencia nacional de desastres sólo había confirmado ocho.
El papa Francisco habló el domingo sobre la población de Centroamérica, afectada “por un violento huracán, que ha causado muchas víctimas y enormes daños, agravado también por la ya difícil situación debido a la pandemia”. En declaraciones a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, Francisco rezó para que “el Señor reciba a los difuntos, consuele a sus familias y sostenga a todos los que han sido sometidos a prueba, así como a todos los que están haciendo todo lo posible para ayudarlos”.
Con información de AP
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