Un día después de ganar la presidencia de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden y sus asesores comenzaron a trabajar este domingo de cara a la transición. Entre los principales focos de trabajo estará cómo abordar la crisis del coronavirus y poner fin a las enormes divisiones políticas en el país.
“El trabajo comienza de inmediato”, afirmó este domingo la subdirectora de campaña de Biden, Kate Bedingfield, en el programa “Meet the Press”, de NBC. El líder demócrata y su equipo también seguirán adelante con el trabajo de elegir a los funcionarios que servirán durante su su administración.
“Va a comenzar el trabajo de transición en serio esta semana. (Biden) hará llamadas. Hará anuncios al pueblo estadounidense sobre cómo va a cumplir las promesas de campaña”, agregó Bedingfield.
El presidente electo dejó en claro el sábado que abordar la pandemia es una prioridad absoluta. Su subdirectora de campaña comentó que el líder demócrata planea crear un grupo de trabajo sobre el coronavirus el lunes para trazar el camino a seguir, dirigido por el ex cirujano general de Estados Unidos, Vivek Murthy, y por el ex comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos, David Kessler.
Más de 237.000 estadounidenses han muerto de COVID-19 y los casos de coronavirus se han disparado a cifras récord en los últimos días. Biden hizo de sus críticas a la respuesta de Trump a la pandemia una pieza central de su campaña.
Al hablar precisamente sobre la pandemia, el demócrata prometió mejorar el acceso a las pruebas y, a diferencia de Trump, seguir los consejos de los principales científicos y funcionarios de salud pública. Unos 10 millones de estadounidenses que quedaron sin trabajo durante las restricciones por el coronavirus permanecen inactivos y los programas federales de ayuda han expirado.
Pese a la resistencia del actual mandatario de reconocer su derrota en los comicios, Biden en los últimos días subrayó la necesidad de dejar atrás las rispideces que se vieron durante la campaña electoral. Incluso, durante su discurso del sábado por la noche en Wilmington, Delaware, se dirigió a los seguidores de Trump: “Ustedes, que apoyan a Trump, entiendo que estén decepcionados. Yo he perdido un par de veces. Pero ahora démonos un chance. Es hora de bajar la temperatura, de vernos otra vez, de dejar de tratar a nuestros oponentes como enemigos. No lo son. Es hora de sanar”.
Biden hizo un llamado para dejar atrás la tensiones que han dejado las recientes elecciones en las que hubo que esperar hasta cuatro días para conocer cuál de los candidatos contaba con los electores suficientes para hacerse con la Casa Blanca, a pesar de que en algunos estados aún no se conocer el resultado final y en otros se hará un reconteo de los votos.
“Hagamos que esta sombría era de demonización en EEUU empiece a terminar aquí y ahora. Soy un demócrata orgulloso, pero gobernaré como presidente estadounidense para todos”, aseguró el presidente electo.
No obstante, hasta el momento Trump no ha hecho una declaración que conceda el triunfo a su rival ni se ha comunicado con Biden. Este domingo el presidente norteamericano publicó en Twitter comentarios de analistas que pusieron en duda la integridad de la elección, entre ellos, “Esta fue una elección robada”. Twitter etiquetó los comentarios y señaló que “esta afirmación sobre fraude electoral no está corroborada”, en la última ocasión en que una plataforma de redes sociales advierte sobre sus publicaciones.
Symone Sanders, un asesor de Biden, dijo en un programa de CNN que “varios republicanos” se han acercado a Biden, pero “no creo que nadie de la Casa Blanca lo haya hecho”.
Los aliados de Trump, por su parte, dejaron en claro que el presidente no planea ceder en el corto plazo. Un funcionario cercano al mandatario sostuvo que el presidente no estaba dispuesto a admitir la derrota.
Trump presentó una serie de demandas para impugnar los resultados, pero funcionarios electorales de todo el país han dicho que no hay evidencia de fraude significativo y expertos legales dicen que es poco probable que los esfuerzos de Trump tengan éxito.
El senador Mitt Romney, el candidato presidencial republicano en 2012, manifestó a CNN que entendía por qué Trump quiere seguir luchando: “Creo, sin embargo, que es destructivo para la causa de la democracia sugerir un fraude o corrupción generalizado. Simplemente no hay evidencia de eso en este momento”.
Aliados de Trump en el Congreso también se negaron a reconocer a Biden como presidente electo. Kevin McCarthy, líder republicano en la Cámara de Representantes, dijo a Fox News: “Lo que necesitamos en la carrera presidencial es asegurarnos de que se cuente cada voto legal, se complete cada recuento y se escuche cada impugnación legal. Entonces y solo entonces Estados Unidos decidirá quién ganó”.
Con información de Reuters
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