El candidato por el partido demócrata, Joe Biden, habló la madrugada de este sábado para pedirle a los estadounidenses que mantengan la paciencia con respecto al conteo final de los votos, que definirá quién será el nuevo presidente de Estados Unidos.
“Debemos mantener la calma, ser pacientes, dejemos que el proceso evolucione para contar todos los votos” pidió el Biden en una conferencia desde la ciudad de Delaware.
El candidato demócrata se manifestó confiado en el sistema electoral de la nación norteamericana y aseguró que “la democracia funciona, su voto será cotado, no me importa cuán duro trabaje alguien para evitar esto, no lo vamos a permitir, la gente va a ser escuchada”.
Biden, dio un discurso muy breve que en principio se esperaba que fuera para anunciar su victoria electoral, debido a que hasta el momento suma 264 de los 270 votos necesarios para ganar la Casa Blanca, sin embargo aun faltan algunos estados por se declarados.
El ex vicepresidente, pasó al frente en el conteo de votos en los estados clave de Georgia y Pensilvania. No obstante, a la tarde del viernes, la estrecha diferencia y el lento progreso en el escrutinio impedían al candidato proclamarse victorioso. Considerando que las autoridades del estado sureño ya anunciaron que realizarán un recuento de boletas, el del norte se ha convertido en la mejor esperanza de Biden para proclamar su victoria.
Pensilvania, la máxima obsesión del Partido Demócrata, pasó al campo de Biden este viernes a la mañana. Trump, que llegó a tener una ventaja de más de diez puntos, quedó por debajo de su rival tras el avance del procesamiento de los votos por correo. El ex vicepresidente lidera por 49,5% a 49,4%, faltando alrededor del 2% de los sufragios por contar. El jueves a la noche, Donald Trump se imponía por 50.000 votos de diferencia, pero ahora lidera Biden por 5.594.
El presidente Trump, reiteró su voluntad de continuar disputando en las cortes los resultados electorales en los distintos estados clave que definirán la elección y donde Joe Biden continúa con ventaja.
“Creemos que el pueblo estadounidense merece que el conteo y certificación de votos se haga con transparencia. Esto ya no refiere a una elección individual, sino a la integridad de todo nuestro proceso electoral”, expresó el mandatario en un comunicado publicado por su campaña.
Y agregó: “Desde un principio hemos dicho que todos los votos legales deben contarse y todos los votos ilegales no deben contarse, sin embargo, hemos encontrado resistencia a este principio básico por parte de los demócratas en todo momento. Seguiremos con este proceso en todas las instancias legales para garantizar que el puebloe estadounidense tenga confianza en nuestro gobierno”.
Horas después volvió a realizar una publicación en su red social, en la que expresó: “Joe Biden no debería adjudicarse ilegítimamente la presidencia. Yo podría hacer lo mismo. ¡Los procedimientos legales recién están comenzando!”.
Trump, ha puesto en tela de juicio la forma en que se está llevando a cabo el conteo de los votos de las elecciones presidenciales, además, ha criticado la efectividad del sufragio por correo, lo que suscita dudas de que, después de que se conozca el resultado final, y en caso de que este no le sea favorable al mandatario, acepte una posible derrota ante su rival demócrata, Joe Biden.
Trump incluso ha insistido en que solo podría perder estos comicios por un fraude electoral, haciendo sonar las alarmas entre los expertos constitucionalistas sobre la posibilidad de que el escrutinio abra una crisis peor a la protagonizada en el año 2000 por George W. Bush y Al Gore por el recuento de votos en Florida.
Cuando se le preguntó al presidente en septiembre si, en caso de perder, se comprometía a una transición pacífica del poder, se negó a responder con claridad.
“Vamos a tener que ver qué pasa (...) No habrá transferencia, francamente, habrá una continuación. Las papeletas están fuera de control”, dijo en referencia al voto por correo, cuya legitimidad ha puesto en duda repetidamente pese a que es un sistema totalmente instaurado en el país.
La solución de Biden, cuando fue consultado en junio pasado sobre ese mismo tema de la transferencia del poder, fue más simple: “Estoy absolutamente convencido de que (el Ejército) lo escoltará fuera de la Casa Blanca ipso facto”.
Pero el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, le dijo a NPR el mes pasado que tiene la intención de mantener al Ejército fuera de cualquier disputa electoral.
“Esta no es la primera vez que alguien sugiere que podría haber una elección impugnada”, dijo al medio. “Y si lo hay, los tribunales y el Congreso de los Estados Unidos lo manejarán de manera apropiada. Las fuerzas armadas estadounidenses no tienen ningún papel en la determinación del resultado de las elecciones estadounidenses. Cero. Allí no hay ningún papel” aseguró Milley.
Este viernes, tras una larga noche en la que no dejaron de contarse los votos, Biden también pasó al frente en Georgia, un estado históricamente republicano, en el que Trump llevaba la delantera desde el martes. Con el 99% del escrutinio completo, el candidato demócrata se impone por 2.455.452 votos a 2.451.212. En términos porcentuales. Como no hay posibilidades matemáticas de que la cifra supere el 0,5%, las autoridades ya anunciaron que realizarán un recuento en el estado.
De todos modos, existe la posibilidad de que la carrera no se decida hasta dentro de unos días. Si hay menos de medio punto porcentual de diferencia entre el total de votos de Biden y Trump, la ley estatal dicta que se debe hacer un recuento.
Mientras tanto, otros dos estados están aún en pleno conteo y con diferencia a favor del demócrata: esta es la diferencia en cada uno de los cuatro.
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