Jasani Kerry Jr., de tan sólo dos años de edad, era descrito por sus seres queridos como un “niño tan especial, cuya sonrisa iluminaba cualquier habitación y calentaba los corazones de todos”. Sin embargo, la madrugada del 20 de septiembre, su vida se apagó de manera súbita a causa de una sobredosis de fentanilo.
Tras este hecho, su madre, Genesis Barrera Galdamez, una mujer de 22 años, fue acusada por el delito de asesinato, así como por el de abuso infantil que resultó en graves lesiones corporales y posesión de narcóticos para la venta, según un reporte que las autoridades de Brentwood, California, le entregaron al diario local The Mercury News.
De acuerdo con el relato que hicieron los elementos policiacos de este hecho, Barrea Galdamez llamó al 911 después de encontrar a su hijo inconsciente en una casa de la avenida Havenwood, pero cuando las autoridades arribaron al lugar, sólo encontraron al menor de edad, quien fue declarado muerto ese mismo día. La causa del fallecimiento fue toxicidad aguda por fentanilo.
“Baby Sani estaba lleno de energía corriendo por nuestros pasillos. Le encantaba saltar sobre la cama. Verlo explorar y sobresalir en todo siempre fue una alegría. Nos hizo a todos muy orgullosos”, se puede leer en un obituario que sus familiares publicaron en línea.
Según la denuncia que las autoridades emitieron en contra de Barrera —hecha pública por el portal People—, la presunta sobredosis provocó que el niño “entrara en coma debido a una lesión cerebral, además de que sufrió de parálisis”; no obstante, el documento no detalló cómo fue que el menor entró en contacto con la droga.
Algo relevante de este oficio es que los fiscales acusaron a la mujer de supuestamente haber permitido que el menor de edad “fuera colocado en tal situación, donde su persona y su salud estaban en peligro”.
“Este tipo de investigaciones son extremadamente difíciles de manejar y el impacto emocional nunca es fácil de procesar”, comentó Walter O’Grodnick, teniente de la policía de Brentwood, quien también especificó que Barrera se encuentra detenida con una fianza de USD 1.1 millones.
“Aunque su tiempo con nosotros fue demasiado corto, Sani dejó toda una vida de amor y recuerdos. Vivirá a través de todos aquellos que lo amaron mucho”, comentaron sus familiares en honor a la vida del pequeño Jasani Kerry.
En este sentido cabe mencionar que el fentanilo es uno de los más potentes opioides. Es cien veces más poderoso que la morfina y una dosis indefinida puede provocar una sobredosis mortal. Salió al mercado en 1963 como un anestésico intravenoso, pero pasaron generaciones para que su consumo se extendiera.
Los rasgos característicos de su consumo -sin prescripción médica- son la reducción del grado de conciencia, la contracción de las pupilas y la depresión respiratoria asociada con pérdida de reflejos y el riesgo de aspiración. Es por estas razones que puede conducir a un un paro cardiorrespiratorio y la consiguiente muerte.
El fentanilo es una de las drogas que los cárteles mexicanos se encargan de distribuir a los Estados Unidos. En el proceso de envío, los narcotraficantes suelen adulterar el producto, en ocasiones con heroína, y luego lo introducen de contrabando al país.
De acuerdo con el estudio Evaluación Nacional sobre Amenaza de Drogas 2017,2018 y 2019, de la DEA, en Norteamérica se han detectado cinco rutas principales de fentanilo. China-Alaska-Estados Unidos; China-Canadá-EEUU; China-EEUU; China-México-Estados Unidos; e India-México-EEUU.
Al fentanilo se le achacan más de 20.000 muertes de estadunidenses, pues ha extendido la llamada crisis de los opioides y es altamente adictivo. También se registran muertes ligadas a su producción y trasiego, ya que este producto se suma a la guerra por el control del mercado de drogas y las pérdidas humanas están ligadas a la violencia generalizada del crimen organizado.
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