La campaña de Donald Trump anunció este jueves que presentó una demanda para detener el conteo de presuntos votos irregulares en Nevada, un estado que aún no tiene resultados oficiales consolidados y por el momento le da la ventaja a Joe Biden.
Adam Laxalt, ex fiscal general estatal, indicó en conferencia de prensa: “Hemos recibido denuncias de muchas irregularidades en el estado. Creemos que hay votantes que estaban muertos y han sido contabilizados”. Aunque no presentó pruebas al respecto, invitó a dos ciudadanos republicanos que aseguraron que habían sido impedidos de votar.
También, sostuvo que algunas personas que votaron se han mudado de los condados locales durante la pandemia y no cumplen con el requisito de 30 días de residencia previa.
“Las boletas no son votos legales hasta que sean revisados”, indicaron los representantes republicanos.
En Nevada, que otorga 6 votos del colegio electoral (y serían suficientes para que Biden alcance la presidencia), la ventaja demócrata es por apenas 0,65% (casi 8 mil sufragios) con el 75% del escrutinio. No obstante, todo ese 25% que resta contar son votos por correo, que favorecen ampliamente al ex vicepresidente, por lo que la diferencia se estiraría.
Si el conteo se detiene, Biden está en una posición relativamente cómoda, aunque se alarga el suspenso. Por ello, la campaña republicana ve difícil revertir la situación y estaría buscando la forma de invalidar votos emitidos a los demócratas.
Las autoridades estatales habían anunciado que a partir del mediodía del jueves (hora local) darían un nuevo reporte, pero si la diferencia continúa siendo estrecha, no habría resultados oficiales hasta dentro de algunos días, porque las normas permiten recibir boletas hasta el martes 10, siempre que tengan el sello postal con fecha de envío antes del martes 3, para evitar que votos enviados dentro del plazo legal queden fuera del conteo por culpa de las demoras en el correo.
Minutos antes de la conferencia, el presidente había dicho en su cuenta de Twitter que “todos los estados” en los que recientemente la campaña de Joe Biden había proclamado la victoria serían demandados legalmente por fraude electoral, pese a que no hay evidencias al respecto. “Hay muchas pruebas, solo miren los medios. ¡VAMOS A GANAR!”, escribió. Además, había reclamando que detengan todos los conteos, teniendo en cuenta que la tendencia del escrutinio favorece fuertemente a su rival.
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