“Gracias. Esta noche hicimos historia. Es el honor de toda una vida representar el distrito esencial, el Bronx”. Así celebró este miércoles el demócrata Ritchie Torres, quien tras los comicios del martes se convirtió en el primer afrolatino gay en ser elegido para el Congreso de Estados Unidos.
El funcionario, de 32 años, quien a los 25 fue el miembro más joven del Concejo Municipal, aseguró su banca por la Cámara de Representantes del 15° Distrito Congresional de Nueva York poco después del cierre de las urnas.
“Esta noche comienza una nueva era para el sur del Bronx (...) Es el honor de toda una vida representar a un municipio lleno de trabajadores esenciales que han arriesgado sus vidas para que la ciudad de Nueva York pudiera vivir”, señaló Torres en un comunicado, poco después de confirmarse su victoria.
“El Bronx es esencial, y las personas vibrantes, amorosas y talentosas que viven aquí han demostrado una y otra vez su poder, fortuna y perseverancia. El Bronx es el corazón de la ciudad de Nueva York”, agregó.
Torres, quien se desempeñó en el Concejo Municipal desde 2013, venció a casi una docena de demócratas en las primarias de junio luego de que el veterano congresista José Serrano anunció su retiro a principios de año tras 16 períodos en la cámara baja.
Trece candidatos pelearon por el escaño demócrata. Sin embargo, Torres se impuso con facilidad, con más del 30% de los votos, seguido por Michael Blake, con el 18%, y el reverendo Rubén Díaz, con el 14,4%.
En las elecciones del martes derrotó al republicano Patrick Delices, ex profesor de estudios caribeños en el Hunter College.
Por su parte, a Torres se le unió Mondaire Jones, quien actualmente está a la cabeza en su carrera por el 17º Distrito Congresional de Nueva York, como los primeros miembros afroamericanos gay del Congreso.
Desde sus inicios en el Concejo de la Ciudad de Nueva York, Torres, cuyo distrito es el país pobre del país, ha abogado por mejores viviendas públicas y programas para abordar la pobreza racialmente concentrada.
Además, el joven funcionario demócrata es un ferviente defensor de una reforma policial. En varias ocasiones exigió mayor responsabilidad y una supervisión independiente, ya que, según su opinión, sin ellas “nunca se va a poner fin a la brutalidad policial”.
“No se puede confiar en que los departamentos de policía de todo el país se vigilen a sí mismos (...) Tiene que haber un sistema independiente para investigar, castigar y, si es necesario, procesar la mala conducta policial”, manifestó a la cadena MSNBC a principios de este año.
El pasado mes de septiembre pidió la dimisión de Ed Mullins, presidente de la Asociación de Sargentos Benévolos del Departamento de Policía de Nueva York, después de que Mullins calificara en sus redes sociales a Torres de ser “una puta de primera clase”.
“Llamando a un afrolatino abiertamente LGBTQ una ‘puta de primera clase’. No hay NADA de benevolencia en la intolerancia de la @SBANYPD”, respondió el funcionario demócrata. Tras la polémica, Mullins borró el tuit y luego sostuvo que se refería a las “peligrosas políticas y visión del mundo” de Torres, y no a su sexualidad.
Esta demanda contra el accionar de la policía se acentuó en los últimos meses tras el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de la policía de Minnesota, y el ataque que sufrió Jacob Blake -también afroamericano-, quien fue atacado a quemarropa por un policía de Wisconsin pero logró sobrevivir.
El flamante congresista también tuvo fuertes cruces con el reverendo Rubén Díaz, de 77 años, quien se refirió a los homosexuales como “malditos”, y quien en 2009 y 2011 votó en contra de la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo como miembro del Senado por el Estado de Nueva York. El año pasado, Díaz sostuvo que el Consejo de la Ciudad de Nueva York, que tiene cinco miembros abiertamente LGBTQ, está “controlado por la comunidad homosexual”.
Torres, el primer funcionario electo abiertamente gay del Bronx, acusó a Díaz de fomentar una “cultura homofóbica” en el municipio.
En diálogo con CNN dijo que otro de sus objetivos como congresista será ampliar el crédito tributario por hijos para aliviar la pobreza infantil. “Espero poder representar la posibilidad de que un niño pobre, un niño de color, un niño LGBTQ de un lugar como el Bronx, pueda superar las probabilidades y convertirse en miembro del Congreso de los Estados Unidos”, comentó.
Depresión y covid-19
Días antes de la elecciones, Torres contó a Buzz Feed News que a los 20 años le diagnosticaron depresión, lo que le llevó a tomar antidepresivos. A raíz de su experiencia, constantemente habla con los electores, especialmente ahora, en el marco de una pandemia que dejó a muchas personas aisladas, agotadas y traumatizadas.
“La devastación que COVID-19 ha causado en comunidades como la mía está creando una crisis de salud mental en Estados Unidos, por lo que figura de manera prominente en mis conversaciones con los electores”, dijo el flamante congresista. “La mayoría de las personas encuentran que sus funcionarios electos son distantes e inaccesibles, y hay algo poderosamente humanizador en reconocer su propia lucha con la salud mental”, añadió.
Torres dijo que le diagnosticaron depresión a finales de la escuela secundaria. La enfermedad lo forzó a dejar la universidad y hasta llegó a ser hospitalizado. “Usé sustancias. Perdí a mi mejor amigo por una sobredosis de opioides. Hubo momentos en los que tuve momentos de ideas suicidas. Sentí como si el mundo que me rodeaba se hubiera derrumbado. Asumí que el problema era yo, que estaba experimentando una falla en la fuerza de voluntad o en el carácter, y luego me di cuenta de que estaba luchando con una condición”.
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