Una mujer y tres hombres fueron apuñalados a pocas cuadras de la Casa Blanca el miércoles por la madrugada. La policía de Washington D.C. informó que las víctimas se identificaron como miembros de los “Proud Boys” (Chicos Orgullosos), un grupo de extrema derecha que apoya al presidente Donald Trump.
Los heridos, que fueron internados, pero están fuera de peligro, acusaron por el ataque a personas que participaban el martes a la noche de una protesta del movimiento Black Lives Matter. Por el momento, la denuncia no ha sido corroborada por las autoridades, que tampoco anunciaron arrestos.
Según el relato de las víctimas recogido por News4, las puñaladas se produjeron alrededor de las 2.30 a.m., tras una pelea con dos hombres y una mujer cerca de la intersección de la calle 14 y la avenida New York Northwest. La Policía informó que está buscando a los sospechosos, de los que no tiene pistas claras.
Durante el primer debate presencial, el moderador Chris Wallace le había preguntaedo a Trump si condenaba a las milicias y a grupos supremacistas blancos que se han presentado en algunas protestas. Wallace se refirió en concreto a Kenosha, Wisconsin, donde un adolescente blanco fue acusado de matar a dos manifestantes durante las protestas por el tiroteo a manos de la policía de Jacob Blake, un hombre afroamericano.
“Estoy dispuesto a hacerlo todo. Quiero ver paz”, dijo Trump. “¿Cómo les quieres llamar? Dame un nombre”. Joe Biden mencionó entonces a “Proud Boys”, un grupo extremista de ultraderecha que ha acudido a protestas en el noroeste del Pacífico. Los miembros del grupo neofascista se describen como “chauvinistas occidentales” y se sabe que han instigado violencia callejera. “Proud Boys, apártense, esperen”, dijo Trump entonces. “Pero déjenme decirles: alguien tiene que hacer algo respecto a ANTIFA y a la izquierda, porque este no es un problema de derecha”.
El incidente de esta madrugada se produjo a pocos metros del extremo este del predio en el que se emplaza la Casa Blanca y a unas seis cuadras de la Plaza Black Lives Matter. Allí mismo se reunieron anoche más de 1.000 personas que protestaban contra Trump, mientras que cientos más marcharon por diferentes partes del centro de Washington, a veces bloqueando el tráfico y encendiendo fuegos artificiales.
Las manifestaciones en Washington fueron en gran parte pacíficas, con gente que gritaba: “¿Las calles de quién? ¡Nuestras calles!”, y “¡Si no conseguimos justicia, ellos no tendrán paz!”.
Grupos de adolescentes bailaron en la calle mientras los espectadores vitoreaban. Grandes pancartas, incluyendo una que decía “Trump siempre miente”, fueron desplegadas. En un momento, algunos manifestantes cortaron con cuchillos los neumáticos de una furgoneta policial.
Cientos de personas marcharon también en manifestaciones contra Trump en Portland, Oregón y Seattle, y varios fueron arrestados. “Así es como se ve la democracia”, coreaban los manifestantes en Portland, donde los organizadores dijeron que la manifestación sería pacífica y que independientemente del resultado de las elecciones presidenciales, seguirían protestando en apoyo de la justicia racial. La oficina del sheriff dijo que algunos manifestantes llevaban armas abiertamente.
La gobernadora de Oregon, Kate Brown, había puesto a la Guardia Nacional en estado de alerta, ya que Portland ha sido testigo de protestas casi nocturnas desde la muerte de George Floyd bajo la rodilla de un policía de Minneapolis en mayo. El alcalde de la ciudad, Ted Wheeler, dijo en Twitter que no habría “ninguna tolerancia para cualquier tipo de violencia, intimidación o destrucción criminal” y que la gente debería estar “segura mientras usa su voz para defender su perspectiva”.
Con información de AP
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