En 2016 sólo dos encuestadores nacionales vaticinaron una victoria de Donald Trump: Arie Kapteyn y Robert Cahaly.
Cuatro años después, ninguno de los dos ha revertido su pronóstico, pese a que el resto de las encuestadoras vaticinan una holgada victoria (51 vs 43%) de un Joe Biden que se impondría incluso en los denominados battleground states (BS), los estados donde la elección se presenta más reñida (49 vs 45%).
Estos analistas no descreen de los métodos de medición de las encuestas, de hecho los usan como base de su trabajo. Pero ambos, trabajando por separado, llegaron a la misma conclusión: los sondeos no ven el voto oculto que acarrea Donald Trump.
Según la previsión de Robert Cahaly, el presidente Trump se impondrá con “doscientos setenta y muchos o doscientos ochenta y pocos” votos en el CE.
De acuerdo con Kapteyn y Cahaly, muchos votantes eligen al presidente en las urnas pero mantienen su voto en silencio. Muchos otros analistas coincidieron en que este fenómeno ocurrió en 2016, pero el dúo que pronosticó la victoria de Trump en 2016 asegura que el fenómeno se repetiría en este 2020.
“Es innegable que hay muchos votos ocultos para Trump ahí afuera (…) ¿Ganará Biden el voto popular? Probablemente. No estoy poniendo en duda eso. Pero creo que Trump está nuevamente ante una victoria de colegios electorales,” pronosticó Cahaly en una conferencia dada a finales de la semana pasada.
Si bien su opinión no es la más popular, es sumamente escuchada debido a los resultados de 2016.
Cahaly cree que estas van a ser unas elecciones signadas por la motivación más que por la persuasión y que, por increíble que pueda parecer, ya está todo el pescado vendido incluso en los BS –donde apenas habría un 1,5% de indecisos–, seis en el Top Battlegrounds de RCP: Florida, Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Carolina del Norte y Arizona.
Los sondeos nacional de Real Clear Politics (RCP) no concedieron uno solo a Trump. Y salvo Wisconsin, el almirante Cahaly se los entregó todos, incluso Pensilvania.
El fenómeno se explicaría con los altos índices de imagen negativa. Durante los pasados tres años y medio, el Presidente Trump manejó un promedio de 60 por ciento de imagen negativa. A esto se le suma que la prensa nacional masivamente ha criticado a la actual administración, generando para algunos una desconfianza a ser juzgados en caso de apoyar al Presidente Trump. De allí este voto oculto ligado a la presión social.
“Vivimos en un país en el que la gente le miente al contador, le miente al médico, le miente al cura. ¿Por qué vamos a creer que dicen siempre la verdad cuando los llama por teléfono un extraño para preguntarles por quién va a votar?”, agregaba Cahaly.
El fenómeno no es ajeno al propio Trump, quien ha denominado a esta masa de votantes como la mayoría silenciosa. Si este grupo invisible saldrá a apoyar al presidente para una reelección de cuatro años más es un misterio que seguramente se revelará el próximo martes.
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