A cinco días de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, Joe Biden volvió a visitar el sur de la Florida. Desde el campus de la Universidad de Broward, en la localidad de Coconut Creek, el candidato demócrata habló durante media hora ante un grupo de seguidores que lo escuchaban desde sus automóviles para respetar los protocolos sanitarios por la pandemia de COVID 19.
“Sólo cinco días, amigos (…) Ustedes tienen la llave. Si Florida se tiñe de azul, es el fin. Es el fin”, enfatizó Biden, en alusión al color que identifica al partido demócrata. La mayor parte de los analistas coinciden en que matemáticamente sería imposible para Donald Trump conseguir los 270 votos electorales que asegurarían su reelección si no consigue los 29 que otorga Florida. Actualmente las encuestas arrojan un empate técnico en este estado del sudeste del país, considerando que la ventaja de uno sobre otro está dentro de los márgenes de erros que suelen tener los estudios.
Biden fue presentado por Manuel y Patricia Oliver, una pareja venezolana, cuyo hijo de 17 años fue asesinado en la masacre de la escuela Marjory Stoneman Douglas el 14 de febrero de 2018. Desde entonces, sus padres se convirtieron en activistas nacionales a favor de una reforma para el control de uso de armas de fuego.
“Requiere mucho coraje ponerse de pie y hablar”, dijo Biden acerca de la valentía de los Oliver. Y les hizo una promesa. “Vamos a ayudarlos para que su tragedia tenga un propósito”.
En el evento también hubo lugar para bromear sobre los deportes. Como parte del comité organizador se encontraban los jugadores de la NBA Matt Barnes y Karl-Anthony Towns. “¿Puedo hablar bien del Miami Heat aunque sea fanático de Filadelfia? Les pido perdón por eso, pero quería decirles que llegaron a la final a base de empeño y fortaleza”, les dijo a los atletas presentes.
No obstante, el tema central de cada evento es la pandemia del coronavirus. Biden suele criticar enfáticamente a su contrincante, el presidente Donald Trump, por su manejo errático de la pandemia.
“El presidente sacó la bandera blanca, abandonó a nuestras familias y se rindió ante el virus (…) Yo no voy a cerrar la economía, no voy a cerrar el país, pero voy a cerrar este virus”, prometió.
Biden tocó uno de los temas por los que más se ha criticado a su campaña: la reforma impositiva. Refutando las acusaciones del Presidente Trump, y hasta de buena parte de la prensa que en general ha sido muy benévola con Biden, negó que vayan a aumentar los impuestos para la clase media. “Vamos a reconstruir la economía de modo que se premie el trabajo y no la riqueza. Podemos hacerlo sin aumentarle los impuestos a ninguna persona que gane menos de USD 400.000 al año. Pero si ganas más de USD 400.000, entonces vas a pagar lo que te corresponde”.
Otro tema prácticamente obligado para los candidatos a la hora de visitar el sur de la Florida es la política exterior hacia Latinoamérica.
“La democracia no está más cerca de llegar a Cuba hoy de lo que estaba hace cuatro años (…) Trump es el peor abanderado para hablar de democracia en lugares como Cuba, Venezuela o Corea del Norte”, expresó. El voto cubano-americano y venezolano-americano puede ser vital para cualquiera de los dos candidatos en Florida.
En paralelo, mientras Biden estaba en el sur de la Florida, Donald Trump hacía campaña en el centro del estado, en la ciudad de Tampa. La siguiente parada del día para Biden será también Tampa, mientras que el Presidente se dirigirá a Carolina del Norte.
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